"El Señor, con mucho amor, puso sus manos sobre mis hombros, y así me
sentí amado y bendecido por Él por unos momentos... Enseguida sentí
que detrás de mí se acercaba mucha gente. Yo miré, y vi los campos
llenos de gente que venía con odio y con rabia buscando a Jesucristo
para matarlo... Era como si el mundo entero se hubiera vuelto loco de
odio contra Jesucristo.
Yo estaba en un puente, y la parte baja del
puente terminaba en los campos donde venia el mundo en manifestación
contra Jesucristo... En la parte alta del puente había un palacio donde
entró Jesucristo con los amigos que le acompañaban, y se cerró la
puerta.
Yo, pronto me sentí rodeado de gente violenta que quería derribar la puerta del palacio para matar a Jesucristo""...
Jesucristo no nos predicó todas las leyes del viejo testamento judío, ni nos mandó predicar todas las leyes del viejo testamento.... El viejo testamento contenía los mandamientos de Dios, pero ahogados entre muchos preceptos y tradiciones de hombres que Jesucristo abolió...
Jesucristo no nos mandó predicar todo lo escrito en las cartas atribuidas a Pablo, torcidas por los indoctos, mandó predicar solo el Evangelio: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura"...
Las cartas atribuidas a Pablo dicen que por las obras de la ley nadie será justificado, pues en algunas partes las cartas dicen así:
"por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado". (Gálatas 2:16)
"ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado". (Romanos 3:20)
"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley". (Romanos 3:28.)
Sin embargo, Jesucristo en el Evangelio dice así: "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos":
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Pablo persiguió a
la Iglesia por el celo de la ley judía
"Por
lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para
ganar a mayor número. Me
he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos;
a los que están sujetos a la ley (aunque
yo no esté sujeto a la ley)como
sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los
que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no
estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo),para
ganar a los que están sin ley". (1ª
Corintios 9:19-21)
"Circuncidado
al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo de hebreos; en
cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la
iglesia;
en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida
por amor de Cristo. Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es
por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de
Dios por la fe"
(Filipenses
3:2-9)
Jesucristo
anuló muchos mandamientos del viejo testamento.
Jesucristo abolió muchos
mandamientos del viejo testamento porque sólo eran preceptos de hombres.
Seguidamente recordaremos algunos de esos mandamientos abolidos. El Evangelio así
nos dice:
"También fue dicho:
Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de
divorcio. Pero yo os digo que
el que repudia a su mujer, a no ser por causa de prostitución, hace que ella
adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo
5:...)
Los judíos habían escrito en la ley del viejo testamento que podían separarse
de las mujeres por muchos motivos cuando se cansaban de ellas, pero Jesucristo
deja abolidos estos mandamientos.
"Además habéis oído que fue dicho a los antiguos:
No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus
juramentos. Pero yo os digo: No
juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por
la tierra.......". (Mateo 5:...)
Los judíos tenían costumbre de jurar en muchos casos, y así lo dejan escrito
en las leyes del viejo testamento... El Señor deja abolidos estos preceptos
sobre los juramentos.
"Dijo
Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les
digo: El Dios de vuestros padres
me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su
nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY
EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me
envió a vosotros". (Éxodo 3,13-14)
Yo
Soy Yavé
Habló
todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy YAVÉ. Y aparecí a
Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre
YAVÉ no me di a conocer a ellos........ Por tanto, dirás a los
hijos de Israel: Yo soy YAVÉ; y yo os sacaré de debajo de las
tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os
redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré
por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy
Yavé vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de
Egipto". (Éxodo 6:2-7)
El libro de Los Hechos de los Apóstoles, en los capítulos 2 y 4 nos enseña que los primeros cristianos lo tenían todo en común. "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2:42-47).
no le deis vueltas a la palabra Gracia porque la palabra Gracia
es "Misericordia". Las
escrituras que así te dicen:Las escrituras que así te
dicen:
"Nunca
se aparten de ti la misericordiay la verdad; Átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y
hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los
hombres".(Proverbios 3:3-4)
"... si supieseis qué
significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio,no condenaríais a los
inocentes" (Mateo
12:7 )
Como veis, lo que Dios quiere es la Misericordia, y
ésta es la Gracia. Jesucristo también dice:
"Y
como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced
vosotros con ellos. Porque si
amáis a los que os aman, ¿qué gracia tenéis?Porque también los pecadores aman a
los que los aman. Y si hacéis
bien a los que os hacen bien, ¿qué gracia tenéis?Porque también los pecadores hacen
lo mismo. Y si prestáis a
aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracia tenéis?Porque también los pecadores prestan
a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros
enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será
vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él
es benigno para con los ingratos y malos. Sed,
pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es
misericordioso". (Lucas
6:31-36)
JESUCRISTO HABÍA MANDADO PREDICAR POR TODOS LOS PUEBLOS SOLAMENTE EL
EVANGELIO, PERO LOS EMPERADORES DE ROMA DEL SIGLO IV Y SU RELIGIÓN FUERON LOS
QUE IMPUSIERON LAS BIBLIAS JUDAIZANTES QUE TENEMOS AHORA.
En el siglo III, las cosas empezaron a cambiar para los cristianos, pues los
mandamientos del Evangelio empezaron a ser olvidados. Y ya en siglo IV los
judaizantes de Roma dominados por los emperadores de Roma y su religión,
volvieron a imponer las leyes del viejo testamento que Jesucristo había
dejado abolidas con su sangre y con su dolor, y, sin respeto ninguno a
Jesucristo, las volvieron a llamar "mandamientos de Dios".
Las biblias impuestas a los cristianos fueron confeccionadas e impuestas a los
cristianos por los emperadores de Roma y su religión del imperio en el siglo
IV, pero Jesucristo no había mandado predicar las leyes de las biblias judías
o judaizantes que contenían tantos preceptos de hombres que Jesucristo abolió...,
pues lo que había mandado predicar Jesucristo fue solamente el Evangelio. Y
es que el Evangelio contiene los verdaderos mandamientos de Dios.
En el siglo IV, en tiempos del emperador Constantino, es cuando se impusieron
las biblias judaizantes que los cristianos han tenido que soportar durante
dieciséis siglos.
Cuando Jesucristo predicó el Evangelio, no mandó predicar biblias judías ni
judaizantes con sus leyes de muerte y de esclavitud... Jesucristo mandó
predicar por todos los pueblos solamente el Evangelio, pues así les dijo el
Señor a sus discípulos:
"Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos
16:15-16).
"La
ley de Yavé es perfecta, que convierte el alma;El
testimonio de
Yavé
es fiel, que hace sabio al sencillo. Los
mandamientos de Yavé son rectos, que alegran el corazón; El
precepto de Yavé es puro, que alumbra los ojos".
(Salmos
19:7-8.)
-
Acerca de Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de
Yavé
"En
cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de
Yavé;
Escudo
es a todos los que en él esperan.
Porque ¿quién es Dios sino
sólo Yavé?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Dios
es el que me ciñe de poder, Y
quien hace perfecto mi camino"
(Salmos
18:30-32)
BIBLIAS HABLAN DE SACRIFICIOS, PERO DIOS NO HABÍA MANDADO SACRIFICIOS...
Los
"testigos de Jehová", los "evangélicos, los judíos y otras religiones
Judaizantes imponen la creencia de que todas las leyes de penas de
muerte y de sacrificios del viejo testamento son mandamientos de Dios,
pero nos dicen las escrituras que Dios no había mandado sacrificios:
JESUCRISTO TAMBIÉN ABOLIÓ DEL VIEJO TESTAMENTO LAS LEYES SOBRE LOS
SACRIFICIOS, QUE ERAN INSOPORTABLES PARA LOS POBRES (sacrificios , que
Dios no había mandado)...
No es lo mismo ofrendas de amor en
agradecimiento a Dios, que no cuesten sacrificios, que los sacrificios
que a veces tenían que hacer los pobres, que Dios no había mandado, y
que les imponían los sacerdotes cuando los pobres en muchos casos no
tenían ni para comer. Jesucristo, cuando nos habló de los sacrificios,
así nos dijo:
"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).
Los verdaderos mandamientos que había dado Dios desde el principio son los mandamientos del Evangelio, que mandan:
"NO MATARÁS", perdonar a las personas setenta veces siete, amar a
nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos persiguen y tener
misericordia con todos... También manda a los ricos que repartan todos
sus bienes entre los pobres y que no condenen ni maten a sus
semejantes... porque lo que Dios quiere es la misericordia y no los
sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos, esto es, las penas
de muerte y los genocidios donde se mataba a hombres, mujeres y niños.
"Jesús
los llamó y les dijo: "Sabéis
que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las
oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así,
sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro
servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el
servidor de todos; de
la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir
y dar su vida en redención de muchos".
(Mateo 20:25-28.)
"Jesús
los llamó y les dijo: "Sabéis
que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las
oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así,
sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro
servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el
servidor de todos; de
la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir y dar
su vida en redención de muchos". (Mateo
20:25-28.)
"Porque
el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará a
cada uno conforme a sus obras".
(Mateo 16:27)
Y el apóstol
Santiago así nos dice:
"Si
en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo,
bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque
cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se
hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio,
también ha dicho: No matarás.
Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho
transgresor de la ley. Así
hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley
de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que
no hiciere misericordia;
y la misericordia triunfa sobre el juicio". (Santiago
2:8-13)
"Mas
el que mira
atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
éste será bienaventurado en lo que hace". (Santiago
1:25)
Leyes sobre los
sacrificios escritos en el viejo testamento que Dios no mandó
El mismo viejo testamento nos indica que no todos los preceptos
del viejo testamento son palabra de Dios. Pues debemos recordar que en los cinco
libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y
holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los
sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo
nos dicen los profetas que Dios no mandó sacrificios:
"Así ha dicho Yavé de los ejércitos,
Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed
la carne. Porque no hablé yo con vuestros
padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que
los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías
7,21-22).
"¿Qué me importa la multitud de
vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y
de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me
hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién
pide eso de vosotros?"(Isaías 1,11-12).
"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído
me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos
40,7).
Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no
sacrificios; conocimiento de Dios, que no
holocaustos" (Oseas 6,6).
Jesucristo también nos dice: "Si hubierais
comprendido lo que quiere decir: "Misericordia
quiero y no sacrificios", no condenaríais
a los inocentes". (Mateo 12,7).
Entonces, si Dios quiere misericordia y no sacrificios, ¿cómo iba a mandar
sacrificios?...
Y la carta a los Hebreos también dice:
"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio
y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste
cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado
no te agradaron. Entonces dije: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito
de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y
holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las
cuales cosas se ofrecen según la ley)". (Hebreos 10:5-10).
Leyes sobre los
sacrificios escritos en el viejo testamento que Dios no mandó
El mismo viejo testamento nos indica que no todos los preceptos
del viejo testamento son palabra de Dios. Pues debemos recordar que en los cinco
libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y
holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los
sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo
nos dicen los profetas que Dios no mandó sacrificios:
"Así ha dicho Yavé de los ejércitos,
Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed
la carne. Porque no hablé yo con vuestros
padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que
los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías
7,21-22).
"¿Qué me importa la multitud de
vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y
de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me
hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién
pide eso de vosotros?"(Isaías 1,11-12).
"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído
me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos
40,7).
Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no
sacrificios; conocimiento de Dios, que no
holocaustos" (Oseas 6,6).
Jesucristo también nos dice: "Si hubierais
comprendido lo que quiere decir: "Misericordia
quiero y no sacrificios", no condenaríais
a los inocentes". (Mateo 12,7).
Entonces, si Dios quiere misericordia y no sacrificios, ¿cómo iba a mandar
sacrificios?...
Y la carta a los Hebreos también dice:
"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio
y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste
cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado
no te agradaron. Entonces dije: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito
de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y
holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las
cuales cosas se ofrecen según la ley)". (Hebreos 10:5-10).