BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA...
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. (Mateo 6:32 )
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosos, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).
VEN SEÑOR JESÚS QUE TE NECESITAMOS
El mundo sigue sus proyectos, cada hombre se afana por edificar su
reino en este mundo, o por lo menos edificar su bienestar. ¿Pero quien
está cansado de este mundo?...Para que pueda decir: Señor... ya no
quiero seguir mis proyectos, ya no quiero mas edificar mi Reino en este
mundo. Pues lo que quiero es que me libres de este mundo, que me libres
de mis ansias, que me libres de mis ilusiones, para que yo pueda
comprender la realidad de lo que realmente necesito.
Cada día
comprendo más que lo que más necesito es tu amor, es tu misericordia, y
es que nos salves de este mundo, que nos salves de las codicias que
quieren arrastrar nuestra alma a la perdición, a la destrucción de la
PAZ Y DEL AMOR. !!Señor, te necesitamos a ti!!..Necesitamos todo lo que
tú nos quieres dar, porque nuestros proyectos son quimeras, y todo lo
que queramos edificar en este mundo de muerte, solo son torres que se
derrumban y que destruyen todo lo que se edifique en ellas.
Ya no
quiero tierras, ni campos, ni casas, ni riquezas de este mundo. Solo te
quiero a ti. Y en ti espero todas las cosas. Quiero predicar el
Evangelio porque es lo que tú mandaste predicar, y quiero predicarlo con
fidelidad.
Aquellos que dejan la predicación del Evangelio para
cuando estén hartos y bien asentados en el mundo, están haciendo esperar
a Dios, no les urge demostrar que aman a Dios sobre todas las cosas,
prefieren hacer esperar a Dios para hacer lo que Dios manda.
SEÑOR,
danos fuerzas para saber que lo que tú quieres que hagamos en primer
lugar es dejar todas las cosas del mundo, y predicar el EVANGELIO, pues
es lo que tú quieres que hagamos.
La escritura nos dice " Ven Señor Jesús"...Y la esposa dice : "Ven Señor Jesús"...
Y si permanecemos en estos deseos tan sublimes, se cumplirá la
escritura que dice... "PONEDME A PRUEBA....a ver si yo no hago llover
bendiciones del cielo a la tierra".
Todo esto nos indica que debemos hacer primero y antes que nada, lo que Jesucristo nos manda: predicad el Evangelio.
Que la esposa diga "Ven, Ven Señor Jesús", y esto es lo primero que
debemos pedir, para demostrar que amamos a Jesucristo sobre todas las
cosas.
Casas, tierras, propiedades... ¡todo se derrumba¡... cuando se derrumba el tiempo de nuestra vida en este mundo.
Las cartas atribuidas a Pablo dicen que por las obras de la ley nadie será justificado, pues en algunas partes las cartas dicen así:
"por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado". (Gálatas 2:16)
"ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado". (Romanos 3:20)
"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley". (Romanos 3:28.)
Sin embargo, Jesucristo en el Evangelio dice así: "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos":
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
"no
estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo".
(1ª Corintios 9:19-21)
"Porque
la ley del Espíritu
de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte".
(Romanos 8:1-2).
"La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino
el guardar los mandamientos de Dios".
(1ª Corintios 7:19).
"Circuncidado
al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo de hebreos; en
cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la
iglesia; en cuanto
a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida
por amor de Cristo. Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo..."
(Filipenses 3:2-9)
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís:
Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha
cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías
8:7-9).
"Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas
para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos
de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos"
(Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque
traspasaron las leyes, cambiaron los
mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).
"Mi pacto con él fue de vida y de
paz....... Mas vosotros os habéis apartado del
camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley;
habéis
corrompido el pacto de Leví, dice Yavé.....". (Malaquías 2,5-10).
Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a
los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo
15,7-9
Como vemos, la Ley de Dios
había sido cambiada por los escribas, que incluyeron en las escrituras muchos
mandamientos de muerte y de esclavitud que Dios no había mandado. Y Dios,
que vio estas cosas, se hizo Hombre, anuló aquellos mandamientos de muerte y
volvió a enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios.
Lo que nos enseña el Evangelio en cuanto a María, la
madre de Jesucristo, es lo siguiente:
"Entonces
María dijo:
Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu
se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de
su sierva;
Pues he aquí, desde
ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque
me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
Santo es su nombre, Y
su misericordia es de generación en generación
A los que le
temen. Hizo
proezas con su brazo;
Esparció a los soberbios en el
pensamiento de sus corazones. Quitó
de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
A
los hambrientos colmó de bienes,
Y a los ricos envió
vacíos.
Socorrió
a Israel su siervo,
Acordándose de la misericordia
De la
cual habló a nuestros padres,
Para con Abraham y su
descendencia para siempre". (Lucas
1:39-56)
JESUCRISTO NOS HABLA SOBRE LAS HERENCIAS Y LAS PROPIEDADES
Lucas 12:13
"Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis..............
12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón"......
LOS MANDAMIENTOS AL JOVEN RICO, SON LA PIEDRA DE TROPIEZO
DE MUCHOS QUE NO QUIEREN REPARTIR LOS BIENES.
"Al
salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la
rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas
bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos
sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio.
No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces,
respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi
juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una
cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.Pero
él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus
discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los
que tienen riquezas!" (Marcos
10:17-22)
"Entonces
vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la
vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno sino uno: Dios. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El
joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más
me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven y sígueme.Oyendo
el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones"(Mateo
19:16-22)
"Entonces
vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la
vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno sino uno: Dios. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué
más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven y sígueme.Oyendo
el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones."(Mateo
19:16-22)
Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a
los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí. Pues
en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo
15,7-9
Cuando nació Jesucristo, el pueblo
judío estaba en tinieblas porque ya no conocía la verdadera Ley de Dios,
pues los escribas la habían cambiado y la habían aumentado con muchos
preceptos de hombres. Jesucristo, que es Dios, volvió a enseñar a su pueblo
la verdadera Ley de Dios. Y así es como "el pueblo que estaba asentado
en tinieblas vio gran luz".
El Evangelio nos volvió a enseñar los mandamientos que había dado Dios
desde el principio y que son los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el
Evangelio, que mandan: "NO MATARÁS", perdonar a las personas
setenta veces siete, amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos
persiguen y tener misericordia con todos, porque lo que Dios quiere es la
misericordia y no los sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos, esto
es, las penas de muerte.
Y esta es la Ley que vivieron los primeros cristianos durante los siglos I y
II. Pero los poderosos de las naciones no querían repartir sus bienes entre
los pobres como había mandado Jesucristo al joven rico. Tampoco querían
respetar la vida de las personas esclavizadas por ellos, pues Jesucristo les
había mandado:
"NO MATARÁS" y perdonar
setenta veces siete las faltas de los hombres..., y entonces dejaron de vivir
la vida de los primeros cristianos para imponer en su lugar los sistemas de
terror que vendrían después.
"La
ley de Yavé es perfecta, que convierte el alma;El
testimonio de
Yavé
es fiel, que hace sabio al sencillo. Los
mandamientos de Yavé son rectos, que alegran el corazón; El
precepto de Yavé es puro, que alumbra los ojos".
(Salmos
19:7-8.)
-
Acerca de Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de
Yavé
"En
cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de
Yavé;
Escudo
es a todos los que en él esperan.
Porque ¿quién es Dios sino
sólo Yavé?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Dios
es el que me ciñe de poder, Y
quien hace perfecto mi camino"
(Salmos
18:30-32)
TESTIMONIOS DE LAS ESCRITURAS que enseñan que JESUCRISTO ES DIOS
Dios es la vida y es el Padre, y Jesucristo dijo "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida", y también dijo que el que le había visto a Él, había visto al Padre:
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Y el profeta Isaías llamó a Jesucristo Dios Fuerte, Padre Eterno:
Isaías 9:6-7 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.
Y el profeta Isaías enseñó que solo hay un Dios Fuerte y estaba hablando del único Dios de siempre:
Isaías 44:8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Y también dijo Isaías que Dios es el Primero y el Último:
Isaías 44:6 Así dice Yavé Rey de Israel, y su Redentor, Yavé de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Las escrituras también dicen que a Jesús le adoren los ángeles:
Hebreos 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.
Y el contexto de esta última cita también nos enseña que los Dios:
Hebreos 1:5-10 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. 1:7 Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, el Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. Como vemos, esta escritura nos enseña que Jesucristo creó la tierra y los cielos, pues dice de Jesucristo:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
El
Evangelio nos enseña que el dinero de la bolsa de la que disponían los
apóstoles, además de ser para lo que los apóstoles necesitaran, era para
darle a los pobres, pues así dice el libro de los hechos de los
apóstoles:
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en
las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a
Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Jesucristo dijo que Él era el Primero y el Último:
"Yo
soy el Alfa y la Omega, principio y fin,
dice el Señor, el que es y que era y
que ha de venir, el Todopoderoso".
(Apocalipsis
1:8.)
"Y él puso su diestra
sobre mí, diciéndome: No temas; yo
soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he
aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".
(Apocalipsis 1:9-18
Y además Jesucristo dijo que sólo a
Dios se debe adorar:
"escrito está: Al
Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le
servían". (Mateo4:8-11)
y Jesucristo fue adorado por los apóstoles y por las mujeres
que le seguían:
"Entonces ellas, saliendo del
sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a
sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,
he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas,
acercándose, abrazaron sus pies, y le
adoraron. Entonces
Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para
que vayan a Galilea, y allí me verán". (Mateo28:8-10)
"Pero los once
discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había
ordenado. Y cuando le vieron, le
adoraron"
(Mateo 28:16-18.)
"Por
sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o
higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero
el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos
frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da
buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos
los conoceréis.No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos"(Mateo
7:16-20)
"Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la
cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos......... Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la
izquierda: Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y
no me disteis de beber.........".
(Mateo
25:33).
"Y muchos falsos
profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse
multiplicado la maldad, el
amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste
será salvo. Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".
(Mateo 24,11-14).
La Ley y los mandamientos de Dios fueron cambiados
por los escribas, como nos dicen los profetas Jeremías e Isaías.
Entonces, fueron los escribas antiguos después de Moisés los que
cambiaron los mandamientos de Dios y de esta forma el viejo
testamento en tiempos de Jesucristo estaba cargado de preceptos y
tradiciones de hombres. Los profetas nos dicen:
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los
escribas"
(Jeremías
8:7-9).
"Así
ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las
naciones y de las tierras alrededor de ella. Y
ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las
naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella;
porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en
ellos". (Ezequiel
5:5-6)
"Y
la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes,cambiaron
los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"
(Isaías 24:5-6).
Y
Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les
dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de
hombres:
"Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de
labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí. Pues
en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres".
(Mateo 15,7-9
los misericordiosos mandamientos de Jesucristo (la Gracia) también
nos entrega otros mandamientos misericordiosos, que así nos dicen:
"... si supieseis qué
significa: Misericordia quiero, y no sacrificio,
no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7
)
Como vemos, lo que Dios quiere es la misericordia y ésta
es la Ley de Dios, porque esto es lo que Dios que hagamos: misericordia con
todos.
"Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo". (Mateo
22:34-40)
Si no amas a tu prójimo como a ti mismo, no tienes
misericordia. Entonces, no sigues la Ley de la Gracia, porque la Gracia es la
misericordia de Dios derramada sobre sus hijos. Y la Gracia (la misericordia)
también manda a los hombres que no maten a sus semejantes sino que los
perdonen:
"Entonces se le acercó Pedro y
le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a
mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta
siete, sino aun hasta setenta veces siete".
(Mateo18:21-22)
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas
si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas". (Mateo 6:14)