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De: Josediego (Missatge original) |
Enviat: 30/09/2022 23:10 |
LOS PRIMEROS CRISTIANOS QUE LLEGARON AL ORIENTE
"El
recuerdo de sus hechos heroicos por el amor que ofrecieron a
Jesucristo, hace que nosotros estemos unidos a ellos, como un sólo
corazón y como una sola alma, por toda la Eternidad"...
Este estudio de Cristianos en el Oriente consta de cinco libros.
El primer libro recoge como resumen parte de los otros cuatro libros.
PRIMER LIBRO:
Introducción y resumen de todo el estudio de Cristianos en el Oriente.
SEGUNDO LIBRO:
Primera
parte, dedicada al estudio de las Escrituras de la Biblia y al estudio
de los primeros Cristianos que llegaron al Oriente (San Bartolomé,
Santo Tomás, San Panteno, Barlaam y Josafat, Nestorio y los
nestorianos). También recordamos en este libro a algunos de los
misioneros franciscanos llegados al Oriente; a Marco Polo y su relato
sobre su estancia en el Oriente y el imperio mongol; llegada de los
portugueses a la India y cómo encontraron el sepulcro de Santo Tomás y
otras reliquias, como la Cruz de Santo Tomás; llegada de los
misioneros jesuitas (Francisco Javier, Matteo Ricci y otros); algunas
de las controversias surgidas entre católicos y antiguas comunidades
cristianas de Santo Tomás en la India, y, entre estas controversias, el
Sínodo de Diamper y sus causas; llegada de los franceses, holandeses e
ingleses; el emperador Hung (un emperador cristiano de la China); y
los primeros protestantes que tomaron contacto con las antiguas
comunidades cristianas de Santo Tomás.
TERCER LIBRO:
Segunda
Parte. En esta segunda parte recordamos a los judíos exiliados, que
llegaron a la India antes de Jesucristo; a Alejandro Magno y sus
ejércitos griegos; a los romanos; a la primera religión nacional que
tuvo la India (el Cristianismo); las tres versiones diferentes de una
misma historia: la historia de un príncipe piadoso de la India,
llamado San Josafat o Budasaf (la primera versión hecha por los
primeros cristianos en la India, la segunda versión contada por los
nativos de Ceilán a Marco Polo a finales del siglo Xlll, y la tercera
versión (la más moderna) escrita por budistas, y que es conocida en
estos últimos siglos como la leyenda de buda; el origen de las estatuas
de buda; el origen del nombre de buda; comentarios del misionero
Matteo Ricci sobre las tradiciones más antiguas de la China, y sobre
todo de la secta Xaca, la cual él la ve como un movimiento que basó
parte de su filosofía en las enseñanzas del Cristianismo; testimonios
de Francisco Javier; señales y símbolos cristianos en el Oriente;
huellas del Cristianismo en el budismo; persecución contra los
cristianos; expansión del hinduismo y el budismo en Norteamérica,
Europa, y otros lugares de Oriente y Occidente; la antigüedad de buda;
la antigüedad de Jesucristo; y diversos comentarios sobre el
orientalismo.
CUARTO LIBRO:
Tercera
Parte. La antigüedad de los textos hindúes (Ramayana y Mahabharata);
el sánscrito, el veda, los upanishads, los puranas, el veda tamil, el
mahabharata, la bhagavad-gita, el ramayana, poemas alvars; el hinduismo
no es tan pacífico; algunos testimonios de Misioneros y viajeros
(Francisco Javier, Alessandro Valignano, Clemente de Alejandría); el
Cristianismo en Asia; la Estela de Si-Gnan-Fu; franceses, holandeses e
ingleses; el descubrimiento de los sánscritos; influencia de los
filósofos europeos en el hinduismo y el budismo (Voltaire, Renán); la
numerología en el hinduismo y el budismo; datos numéricos que se
refieren al budismo; orientalistas (Sociedad Teosófica); la Biblia y el
Hinduismo (contradicciones); la reencarnación; la filososfía de las
castas; Gandhi (Sociedad Teosófica); nota final; Carta de Amor al
Cristianismo (“A Diognetes”).
QUINTO LIBRO:
Cuarta
Parte. Cristianos en la china. Zen, confucianismo, taoísmo y
lamaísmo; el zen (origen; ingleses, norteamericanos y Sociedad
Teosófica, dan a conocer el zen a Norteamérica y al resto de occidente
después de tomar enseñanzas del Cristianismo). Confucianismo
(enseñanzas tomadas del Evangelio: Matteo Ricci habla de ello; origen;
semejanzas entre confucianismo y catolicismo-protestantismo y entre
taoísmo y cristianismo primitivo; situación actual del confucianismo).
Lao-tsé y el taoismo (origen y evolución histórica del taoísmo popular;
influencia cristiana en el taoísmo; misioneros y viajeros del 1200
aprox. traen noticias de China, y no se hablan de Lao-tsé; biografía
de Matteo Ricci, la secta Xaca, taoísmo antiguo e interés de que
permaneciesen las tres principales sectas en China; el taoísmo en
Occidente; semejanzas entre el Tao y la primitiva comunidad cristiana:
Epífanes, Gratiano). El budismo en el Tíbet: lamaísmo (origen,
antigüedad y situación política y religiosa del Tíbet; los taschi-lamas
y los dalai-lamas: socialismo y capitalismo; falso ideal de
no-violencia de los budistas tibetanos; ingleses en el Tibet; chinos y
tibetanos en guerra; codicia de los lamas). Santo Tomás en la India y
en la China; testimonios de Matteo Ricci sobre el Cristianismo en la
China - Historia de la China y cristiana empresa...; expansión y
persecución del Cristianismo en Asia - misión nestoriana; el Preste
Juan; biografía de Oderico de Pordenone; cristianos ocultos en Fugiú y
tres efigies que representan a tres Apóstoles; la Estela China;
señales cristianas en el Tíbet; los budistas del Tibet tomaron de los
cultos cristianos. La ruta de la seda, Aurelio Stein y templos en
ruinas en Asia Central (señales cristianas; testimonio de Matteo Ricci:
el templo que antes era cristiano, después de ídolos); lamaísmo y
catolicismo; diferentes culturas en Asia. Los Apóstoles en India y
China.... Conclusión.
CRISTIANOS EN EL ORIENTE
INTRODUCCIÓN
El
Evangelio de Jesucristo fue escrito por los cuatro evangelistas:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Mateo y Juan eran Apóstoles; Lucas y
Marcos fueron discípulos de los Apóstoles. Junto al Evangelio, los
cristianos de los primeros siglos guardaron también con mucho cariño los
hechos de los Apóstoles. Las comunidades cristianas de los pueblos de
Occidente guardaron los hechos de los Apóstoles que habían conocido.
Igualmente, las comunidades cristianas de Oriente, guardaron también
con mucho cariño los hechos de los Apóstoles que habían predicado hasta
las tierras más distantes de Oriente.
En
el primer siglo, las diferentes comunidades cristianas de Oriente y de
Occidente, parece que guardaban todas la misma interpretación del
Evangelio, y no había muchas controversias importantes entre ellas,
excepto alguna que sí lo fue..., pues en el Concilio de Jerusalén se
reunieron Pedro, Pablo, y algunos otros Apóstoles y discípulos, para
debatir un problema que intentaba dividir a los cristianos de entonces, y
este problema era: si debían o no imponer la ley que tenían los
judíos, y que estos llamaban ley de Moisés o de la circuncisión.
Jesucristo
insistió mucho en enseñarnos que el pueblo judío no había sido fiel a
la Ley que había recibido de Dios a través de Moisés, y en el capítulo 5
de San Mateo, y en otros lugares de los Evangelios , Jesucristo nos
enseña que muchos preceptos que los judíos guardaban, como eran la ley
del talión, leyes sobres los matrimonios, leyes sobre guerras, castigos y
penas de muerte, y otras sobre lo que era puro e impuro..., no
guardaban relación con la verdadera Ley de Dios. Jesucristo había
venido a sacarnos de la confusión y a enseñarnos otra vez la Ley de Vida
y de Misericordia, dada desde el principio, que el pueblo de Israel no
había respetado. Estas cosas que nos enseñó Jesucristo respecto a las
leyes judaizantes, ya las venían avisando los Profetas Isaías (Isaías
10, 1-2), Jeremías (Jeremías 8, 8 y Jeremías 23,33-39), Ezequiel
(Ezequiel 13), Daniel (Daniel 9, 24-27 ), y otros profetas.
EL CONCILIO DE JERUSALÉN (Hechos 15)
Los
Apóstoles, en el Concilio de Jerusalén, se reunieron para detallar
estas cosas sobre la Ley, y todos acordaron que la Ley que tenían los
judíos, a través de los tiempos, algunos escribas la habían convertido
en una carga muy pesada que ningún cristiano podía soportar, y había
quedado como una ley vieja. Pero vieja..., ¿por qué...? Bien claro
está: Los preceptos que Dios nos da para que vivamos con caridad y
justicia, son preceptos de vida y son eternos..., pero muchos escribas
que copiaban las leyes no habían sido fieles a la Palabra de Dios, y
cambiaron la ley en falsedad; era una ley que estaba llena de
sacrificios, y faltaba a la caridad; por eso Jeremías les dijo:
«¿Cómo
os decís: Somos sabios y la Ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los
escribas» { Jeremías 8, 8. ......... Y Jesucristo también les dijo:
«Si hubierais comprendido lo que quiere decir: «Misericordia quiero y no sacrificios», no condenaríais a los inocentes». {San Mateo 12, 7.
Las
leyes del viejo testamento estaban cargadas de preceptos sobre
sacrificios y holocaustos diciendo que eran Ley de Dios, pero Dios no
quería sacrificios, entonces aquellas leyes de sacrificios no eran Ley
de Dios. Dios quería misericordia... Y por esto mataron a Jesucristo y a
algunos de sus Apóstoles, porque se oponían a muchas leyes del viejo
testamento que seguían muchos judíos, leyes que nada tenían que ver con
la verdadera Ley de Dios, la que Dios había dado a Moisés en el
principio. Por este motivo, Jesucristo así les dijo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9
Así
lo comprendieron los cristianos del primer siglo..., y las dudas que
se habían alzado por causa de los judaizantes antes del Concilio de
Jerusalén, en este Concilio quedaron aclaradas para ellos (Hechos, 15).
Pero la insistencia de los judaizantes no acabó aquí, y estos abrieron
un juicio interminable dentro de las comunidades cristianas, juicio
que aún no ha acabado, pues después de haber pasado dos mil años aún
estamos en plena discusión..., y por lo que se ve, parece ser que los
hombres son incapaces de acabar con este juicio; la gracia de los
Apóstoles, que acabaron este juicio en el Concilio de Jerusalén,
después de los siglos no se respetó y los hombres y sus religiones
volvieron a llamar palabra de Dios y Ley de Dios a todas las leyes de
muerte y esclavitud escritas en el viejo testamento que contradicen
radicalmente la misericordia enseñada por Jesucristo.
Después
de este concilio, San Pablo sigue avisando que se tenga cuidado con
los judaizantes porque siguen insistiendo en imponer las leyes del
viejo testamento a los cristianos. San Pedro, en su segunda carta
también nos avisa que hay muchos que tuercen las cosas escritas en las
cartas de Pablo, igual que hacen con el resto de la Sagrada Escritura
(2ª Pedro 3, 16). Más tarde, San Justino (siglo ll), en su libro
titulado Diálogo con Trifón, también nos avisa que los judíos cambiaban
las escrituras del Antiguo Testamento con intención de cambiar las
profecías respecto a la Virgen, Jesucristo, y otras cosas importantes
para los cristianos.
En
los siglos ll y lll las comunidades cristianas se fueron contaminando
otra vez con aquella carga tan pesada de los preceptos del viejo
testamento, y en el siglo lV, apoyadas por los emperadores de Roma, las
leyes cueles del viejo testamento que nadie podía soportar, volvían a
ser impuestas a todas las comunidades cristianas. Así, muchos libros de
estas comunidades fueron quemados, y muchos cristianos fueron
perseguidos.
Los
Apóstoles ya habían establecido las bases de la fe cristiana, y éstas
eran: que los cristianos no tenían que cumplir las leyes crueles del
viejo testamento..., y que la libertad y la misericordia que había
predicado Jesucristo era la única Ley dada por Dios a Moisés, y la única
que debían guardar los cristianos (Concilio de Jerusalén, Hechos de
los Apóstoles, 15). Todos los mandamientos que nos enseñó Jesucristo
en el Evangelio se basaban en la única y verdadera Ley de Dios enseñada
por Jesucristo que así nos dice:
«Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo vosotros con ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas» {San Mateo 7, 12.
Los
libros históricos incluidos en el viejo testamento son muy importantes
porque contienen la historia más antigua a la que pueden remontarse
los hombres, y los libros proféticos también son muy importantes porque
contienen las profecías que habían de cumplirse..., y entre ellas, la
esperanza de Israel: la Venida del Mesías (el Nacimiento de
Jesucristo). Estos libros proféticos también nos avisan que muchos
escribas cambiaban la ley de Dios en mentira, como hemos comentado
anteriormente. Entonces, el problema del viejo testamento para los
cristianos no radicaba en estos libros históricos y proféticos
especialmente, sino en aquellos que contenían la ley del Talión, y otras
muchas leyes referentes a sacrificios, castigos de muerte, sexualidad,
impureza, y otras..., que eran contrarias a la Ley misericordiosa de
Jesucristo.
El
sentimiento cristiano verdadero de los primeros siglos se mantenía
vivo en muchas almas, en todos los pueblos hasta donde habían llegado
los Apóstoles y los primeros cristianos..., desde España, hasta la
China, pasando por todos los pueblos de Europa, Medio Oriente y Asia.
Estas almas eran la iglesia oculta, perseguida, y la iglesia de muchos
misioneros de buena voluntad que no podían hablar libremente todo lo
que sentían, pero que, a través de los siglos, lograron que el
Evangelio llegara a todos los pueblos del mundo. Es cierto que detrás
de muchos de estos misioneros llegaban otros con interpretaciones
nocivas y leyes de hombres, pero el Evangelio, aun con mucho esfuerzo,
llegaba a todos los pueblos..., para que los hombres de buena voluntad
que tenían que recibir la Ley de Dios, la recibieran y pudieran
descubrir, con la ayuda de Dios, lo que era trigo y lo que era cizaña.
Y en este esfuerzo de los Apóstoles y de estos misioneros de buena
voluntad, es en lo que nos centramos para hacer este estudio.
Nuestro
esfuerzo está dedicado a recordar esta historia y estos hechos de los
primeros cristianos y de muchos otros cristianos que los siguieron
después, cristianos que llegaron a muchas partes del mundo, incluidos la
India, la China y muchos otros lugares del Oriente..., hechos que
muchos desean olvidar pero que nosotros guardamos en nuestro corazón con
mucho reconocimiento, cariño y amor.
Sigue en el capítulo 1.
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Los cristianos
tenemos la Ley de Cristo.
"no
estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo".
(1ª Corintios 9:19-21)
"Porque
la ley del Espíritu
de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte".
(Romanos 8:1-2).
"La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino
el guardar los mandamientos de Dios".
(1ª Corintios 7:19).
"Circuncidado
al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo de hebreos; en
cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la
iglesia; en cuanto
a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida
por amor de Cristo. Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo..."
(Filipenses 3:2-9)
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los profetas que así
nos dicen:
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís:
Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha
cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías
8:7-9).
"Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas
para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos
de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos"
(Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque
traspasaron las leyes, cambiaron los
mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).
"Mi pacto con él fue de vida y de
paz....... Mas vosotros os habéis apartado del
camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley;
habéis
corrompido el pacto de Leví, dice Yavé.....". (Malaquías 2,5-10).
Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a
los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo
15,7-9
Como vemos, la Ley de Dios
había sido cambiada por los escribas, que incluyeron en las escrituras muchos
mandamientos de muerte y de esclavitud que Dios no había mandado. Y Dios,
que vio estas cosas, se hizo Hombre, anuló aquellos mandamientos de muerte y
volvió a enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios.
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Lo que nos enseña el Evangelio en cuanto a María, la
madre de Jesucristo, es lo siguiente:
"Entonces
María dijo:
Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu
se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de
su sierva;
Pues he aquí, desde
ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
Porque
me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
Santo es su nombre,
Y
su misericordia es de generación en generación
A los que le
temen.
Hizo
proezas con su brazo;
Esparció a los soberbios en el
pensamiento de sus corazones.
Quitó
de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
A
los hambrientos colmó de bienes,
Y a los ricos envió
vacíos.
Socorrió
a Israel su siervo,
Acordándose de la misericordia
De la
cual habló a nuestros padres,
Para con Abraham y su
descendencia para siempre". (Lucas
1:39-56)
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JESUCRISTO NOS HABLA SOBRE LAS HERENCIAS Y LAS PROPIEDADES
Lucas 12:13
"Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis..............
12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón"......
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LOS MANDAMIENTOS AL JOVEN RICO, SON LA PIEDRA DE TROPIEZO
DE MUCHOS QUE NO QUIEREN REPARTIR LOS BIENES.
"Al
salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la
rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas
bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos
sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio.
No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces,
respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi
juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una
cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Pero
él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus
discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los
que tienen riquezas!" (Marcos
10:17-22)
"Entonces
vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la
vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno sino uno: Dios. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El
joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más
me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven y sígueme.
Oyendo
el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones" (Mateo
19:16-22)
"Entonces
vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la
vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay
bueno sino uno: Dios. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué
más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven y sígueme.
Oyendo
el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones." (Mateo
19:16-22)
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Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a
los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues
en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo
15,7-9
Cuando nació Jesucristo, el pueblo
judío estaba en tinieblas porque ya no conocía la verdadera Ley de Dios,
pues los escribas la habían cambiado y la habían aumentado con muchos
preceptos de hombres. Jesucristo, que es Dios, volvió a enseñar a su pueblo
la verdadera Ley de Dios. Y así es como "el pueblo que estaba asentado
en tinieblas vio gran luz".
El Evangelio nos volvió a enseñar los mandamientos que había dado Dios
desde el principio y que son los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el
Evangelio, que mandan: "NO MATARÁS", perdonar a las personas
setenta veces siete, amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos
persiguen y tener misericordia con todos, porque lo que Dios quiere es la
misericordia y no los sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos, esto
es, las penas de muerte.
Y esta es la Ley que vivieron los primeros cristianos durante los siglos I y
II. Pero los poderosos de las naciones no querían repartir sus bienes entre
los pobres como había mandado Jesucristo al joven rico. Tampoco querían
respetar la vida de las personas esclavizadas por ellos, pues Jesucristo les
había mandado:
"NO MATARÁS" y perdonar
setenta veces siete las faltas de los hombres..., y entonces dejaron de vivir
la vida de los primeros cristianos para imponer en su lugar los sistemas de
terror que vendrían después.
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La
ley de Yavé es perfecta.
"La
ley de Yavé es perfecta, que convierte el alma;
El
testimonio de
Yavé
es fiel, que hace sabio al sencillo. Los
mandamientos de Yavé son rectos, que alegran el corazón; El
precepto de Yavé es puro, que alumbra los ojos".
(Salmos
19:7-8.)
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Acerca de Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de
Yavé
"En
cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de
Yavé;
Escudo
es a todos los que en él esperan.
Porque ¿quién es Dios sino
sólo Yavé?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Dios
es el que me ciñe de poder,
Y
quien hace perfecto mi camino"
(Salmos
18:30-32)
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TESTIMONIOS DE LAS ESCRITURAS que enseñan que JESUCRISTO ES DIOS
Dios es la vida y es el Padre, y Jesucristo dijo "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida", y también dijo que el que le había visto a Él, había visto al Padre:
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Y el profeta Isaías llamó a Jesucristo Dios Fuerte, Padre Eterno:
Isaías 9:6-7 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.
Y el profeta Isaías enseñó que solo hay un Dios Fuerte y estaba hablando del único Dios de siempre:
Isaías 44:8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Y también dijo Isaías que Dios es el Primero y el Último:
Isaías 44:6 Así dice Yavé Rey de Israel, y su Redentor, Yavé de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
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Las escrituras también dicen que a Jesús le adoren los ángeles:
Hebreos 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.
Y el contexto de esta última cita también nos enseña que los Dios:
Hebreos 1:5-10 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. 1:7 Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, el Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. Como vemos, esta escritura nos enseña que Jesucristo creó la tierra y los cielos, pues dice de Jesucristo:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
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El
Evangelio nos enseña que el dinero de la bolsa de la que disponían los
apóstoles, además de ser para lo que los apóstoles necesitaran, era para
darle a los pobres, pues así dice el libro de los hechos de los
apóstoles:
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en
las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a
Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
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esucristo es el verdadero Dios y la vida
eterna:
"Sabemos
que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y
estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero
Dios, y la vida eterna"
(1ª Juan 5:19-20)
"Mirad que nadie os engañe por
medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de
los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él, que
es la cabeza de todo principado y potestad".
(Colosenses 2:8-10)
El
profeta Isaías nos dice que Dios es el
primero y el último y no hay Dios ni hay Fuerte fuera de Él:
"Así
dice Yavé Rey de Israel, y su Redentor, Yavé de los ejércitos: Yo
soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en
orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo
antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No
temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la
antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No
hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno".
(Isaías 44:6-8
Y el profeta Isaías llamó a
Jesucristo "Dios Fuerte,
Padre Eterno":
"Porque
un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán
límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre".
(Isaías 9:6-7)
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Jesucristo es el verdadero Dios y la vida
eterna:
"Sabemos
que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y
estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero
Dios, y la vida eterna"
(1ª Juan 5:19-20)
"Mirad que nadie os engañe por
medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de
los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él, que
es la cabeza de todo principado y potestad".
(Colosenses 2:8-10)
El
profeta Isaías nos dice que Dios es el
primero y el último y no hay Dios ni hay Fuerte fuera de Él:
"Así
dice Yavé Rey de Israel, y su Redentor, Yavé de los ejércitos: Yo
soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en
orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo
antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No
temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la
antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No
hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno".
(Isaías 44:6-8
Y el profeta Isaías llamó a
Jesucristo "Dios Fuerte,
Padre Eterno":
"Porque
un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán
límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre".
(Isaías 9:6-7)
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CUIDADO CON LOS FALSOS PROFETAS.
"Por
sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o
higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero
el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos
frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da
buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos
los conoceréis. No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos"
(Mateo
7:16-20)
"Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la
cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos......... Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la
izquierda: Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y
no me disteis de beber.........".
(Mateo
25:33).
"Y muchos falsos
profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse
multiplicado la maldad, el
amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste
será salvo. Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".
(Mateo 24,11-14).
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La Ley y los mandamientos de Dios fueron cambiados
por los escribas, como nos dicen los profetas Jeremías e Isaías.
Entonces, fueron los escribas antiguos después de Moisés los que
cambiaron los mandamientos de Dios y de esta forma el viejo
testamento en tiempos de Jesucristo estaba cargado de preceptos y
tradiciones de hombres. Los profetas nos dicen:
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los
escribas"
(Jeremías
8:7-9).
"Así
ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las
naciones y de las tierras alrededor de ella. Y
ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las
naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella;
porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en
ellos". (Ezequiel
5:5-6)
"Y
la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes, cambiaron
los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"
(Isaías 24:5-6).
Y
Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les
dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de
hombres:
"Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de
labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues
en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres".
(Mateo 15,7-9
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En
el Pacto que Dios hizo con Israel, la Ley de Dios fue escrita en
tablas de piedra. En el Nuevo Pacto Dios escribiría su Ley en la
mente y en el corazón de sus hijos.
"Pero
ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un
mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque
si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera
procurado lugar para el segundo.
Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el
Señor,
En que estableceré
con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
No
como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de
la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no
permanecieron en mi pacto,
Y
yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Por
lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después
de aquellos días, dice el Señor:
Pondré
mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las
escribiré;
Y
seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
Y
ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano,
diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde
el menor hasta el mayor de ellos.
Porque seré propicio a sus
injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades.
Al
decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por
viejo y se envejece, está próximo a desaparecer".
(Hebreos
8,6-13)
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Primer
Anterior
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Següent
Darrer
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