Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).
"Os digo que todo aquel que me confesare
delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante
de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios". (Lucas 12:8-9)
""Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos... (Lucas 6:28)..
Las cartas atribuidas a Pablo dicen que por las obras de la ley nadie será justificado, pues en algunas partes las cartas dicen así:
"por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado". (Gálatas 2:16)
"ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado". (Romanos 3:20)
"Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley". (Romanos 3:28.)
Sin embargo, Jesucristo en el Evangelio dice así: "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos":
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).
"Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios". (Lucas 12:8-9)
LA LEY DEL "Ojo por ojo, y diente por diente"
ESCRITA EN EL VIEJO TESTAMENTO FUE ABOLIDA POR JESUCRISTO
"Oísteis que fue dicho: Ojo
por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo:
No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera
que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera
ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa....... ". (Mateo
5:...)
El Señor dejó abolida esta ley del "ojo por ojo y diente por diente"
porque era una Ley que no contemplaba el perdón ni la misericordia.
"Oísteis que fue dicho: Amarás
a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero
yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid
a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)
"Dijo
Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les
digo: El Dios de vuestros padres
me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su
nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY
EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me
envió a vosotros". (Éxodo 3,13-14)
Yo
Soy Yavé
Habló
todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy YAVÉ. Y aparecí a
Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre
YAVÉ no me di a conocer a ellos........ Por tanto, dirás a los
hijos de Israel: Yo soy YAVÉ; y yo os sacaré de debajo de las
tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os
redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré
por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy
Yavé vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de
Egipto". (Éxodo 6:2-7)
"El Señor, con mucho amor, puso sus manos sobre mis hombros, y así me sentí amado y bendecido por Él por unos momentos... Enseguida sentí que detrás de mí se acercaba mucha gente. Yo miré, y vi los campos llenos de gente que venía con odio y con rabia buscando a Jesucristo para matarlo... Era como si el mundo entero se hubiera vuelto loco de odio contra Jesucristo.
Yo estaba en un puente, y la parte baja del puente terminaba en los campos donde venia el mundo en manifestación contra Jesucristo... En la parte alta del puente había un palacio donde entró Jesucristo con los amigos que le acompañaban, y se cerró la puerta.
Yo, pronto me sentí rodeado de gente violenta que quería derribar la puerta del palacio para matar a Jesucristo""...
El
profeta Isaías nos dice que Dios es el
primero y el último y no hay Dios ni hay Fuerte fuera de Él:
"Así
dice Yavé Rey de Israel, y su Redentor, Yavé de los ejércitos: Yo
soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en
orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo
antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No
temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la
antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No
hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno".
(Isaías 44:6-8
Y el profeta Isaías llamó a
Jesucristo"Dios Fuerte,
Padre Eterno":
"Porque
un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán
límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre".
(Isaías 9:6-7)
Y Jesucristo dijo que Él era el Primero y el Último:
"Yo
soy el Alfa y la Omega, principio y fin,
dice el Señor, el que es y que era y
que ha de venir, el Todopoderoso".
(Apocalipsis
1:8.)
"Y él puso su diestra
sobre mí, diciéndome: No temas; yo
soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he
aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".
(Apocalipsis 1:9-18
JESUCRISTO HABÍA MANDADO PREDICAR POR TODOS LOS PUEBLOS SOLAMENTE EL
EVANGELIO, PERO LOS EMPERADORES DE ROMA DEL SIGLO IV Y SU RELIGIÓN FUERON LOS
QUE IMPUSIERON LAS BIBLIAS JUDAIZANTES QUE TENEMOS AHORA.
En el siglo III, las cosas empezaron a cambiar para los cristianos, pues los
mandamientos del Evangelio empezaron a ser olvidados. Y ya en siglo IV los
judaizantes de Roma dominados por los emperadores de Roma y su religión,
volvieron a imponer las leyes del viejo testamento que Jesucristo había
dejado abolidas con su sangre y con su dolor, y, sin respeto ninguno a
Jesucristo, las volvieron a llamar "mandamientos de Dios".
Las biblias impuestas a los cristianos fueron confeccionadas e impuestas a los
cristianos por los emperadores de Roma y su religión del imperio en el siglo
IV, pero Jesucristo no había mandado predicar las leyes de las biblias judías
o judaizantes que contenían tantos preceptos de hombres que Jesucristo abolió...,
pues lo que había mandado predicar Jesucristo fue solamente el Evangelio. Y
es que el Evangelio contiene los verdaderos mandamientos de Dios.
En el siglo IV, en tiempos del emperador Constantino, es cuando se impusieron
las biblias judaizantes que los cristianos han tenido que soportar durante
dieciséis siglos.
Cuando Jesucristo predicó el Evangelio, no mandó predicar biblias judías ni
judaizantes con sus leyes de muerte y de esclavitud... Jesucristo mandó
predicar por todos los pueblos solamente el Evangelio, pues así les dijo el
Señor a sus discípulos:
"Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos
16:15-16).
Lo
que Dios mandó a Israel cuando lo sacó de Egipto.
"Porque
no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de
holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de
Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a
vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo
camino que os mande, para que os vaya bien". (Jeremías
7,22-23). (Ver en otras Biblias).
LA SANGRE Y LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO son el nuevo pacto...
Mateo 26:26
""Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto.........."".
Entonces hay un nuevo pacto para la salvación... Y este nuevo pacto son los mandamientos de Jesucristo que hay que guardar para entrar en la vida, y que así dicen:
"Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos"...
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
La Ley y los profetas no son todas las leyes del viejo testamento, pues Jesús abolió muchas de esas leyes. La Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la que Él mismo nos enseña en el Evangelio, porque Jesucristo mismo nos dice que ésta es la Ley y los profetas:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas".(Mateo 7:12).
Como vemos, la Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la que Jesucristo mismo nos enseña en el Evangelio, porque Jesucristo mismo nos dice que "ésta es la ley y los profetas":
Por tanto, ésta es la Ley que Dios dio a Israel porque Jesucristo mismo dice que "ésta es la ley y los profetas". Ésta es la Ley que sigue vigente, que Jesucristo no vino a abolir ("No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas"). Y ésta es la Ley de la que no ha pasado "ni una jota ni una tilde", esto es, de la Ley que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.
"...Jesús
nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra
delante de Dios y de todo el pueblo; y
cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantesa sentencia de muerte,
y le crucificaron." (Lucas 24, 20)
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Contradicción con lo que enseña Jesús:
"Y cuando tu hermano
empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás
servir como esclavo. Como
criado, como
extranjero estará contigo; hasta
el año del jubileo te servirá".
(Levítico 25:39-40)
"...como
el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos". (Mateo
20:28.)
"Porque
como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo
el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer
juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto;
porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz; y los
que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que
hicieron lo malo, a resurrección de condenación".(Juan
5:26-29)
"Y vi un
gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual
huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para
ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y
los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el
libro de la vida; y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los
libros, según sus obras.
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y
fueron juzgados cada uno según sus obras.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la
muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida
fue lanzado al lago de fuego".(Apocalipsis 20:11-15)
No es lo mismo ofrendas de amor con un sentido religioso en
agradecimiento a Dios, que no cuesten sacrificios, que los sacrificios
que a veces tenían que hacer los pobres y que les imponían los
sacerdotes cuando los pobres en muchos casos no tenían ni para comer.
Jesucristo, cuando nos habló de los sacrificios, así nos dijo:
"Si hubierais
comprendido lo que quiere decir: "Misericordia
quiero y no sacrificios", no condenaríais
a los inocentes". (Mateo 12,7).
Dios es misericordioso y Él no manda sacrificios a sus hijos, pero
satanás, enemigo de Dios siempre quería hacer ver que Dios era cruel y que
mandaba al pueblo llevar cargas insoportables. Pero esa carga de los
sacrificios escritos en las leyes del viejo testamento no venía de Dios ni la
quería Dios, sino que fueron los hombres los que impusieron esas leyes como si
fueran leyes de Dios..., pues los escribas había cambiado la Ley de Dios, como
nos dicen los profetas:
"...mi pueblo no conoce el
juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos
sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en
mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías
8:7-9).
El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen
faltas, sino que se les perdone, que se las ame y que se tenga misericordia con
todos, y así es como seguiremos la Ley de la Gracia.
Todos aquellos que quieran hablar de la Ley de la Gracia
negando los mandamientos de Jesucristo, es que no han conocido el Evangelio.
Después de esta reflexión, nadie tendrá problema en comprender ahora las
palabras de Pablo que volvemos a recordar:
"no estáis bajo la ley, sino bajo
la gracia" (Romanos 6:14).
Entonces estamos bajo la Gracia, y la Gracia es la Ley de Cristo, porque si
estamos " bajo la gracia"
y estamos " bajo la ley de Cristo",
entonces la Gracia es la Ley de Cristo. Por eso Pablo así nos dice:
"no estando yo sin ley de Dios, sino bajo
la ley de Cristo". (1ª Corintios
9:19-21)
Entonces, lo que quería decir Pablo, es que ya no estamos bajo la ley, esto
es,, ya no estamos bajo los preceptos de muerte del viejo testamento, sino bajo
la Ley de vida de Jesucristo. Por eso, Pablo así dice:
"Porque la ley del Espíritu
de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte".
(Romanos 8:1-2).