
NIÑO PORTÁTIL
En contracampo también, ya no es un sueño,
las yeguas de la noche comían hierba en mí.
...vigía y todos como nadie saben heliotropo de su sangre.
Huéspedes de una edad parecida a la infancia pero que contiene todavía el habla que desconocimos.
Y allí nos reúne el miedo a que la palabra sea su implacable presencia de custodio en la pesadilla.
Un caracol dormido que hacia sí mismo sube,
y aunque se rebela como una baba plateada y laberíntica, otra voz lo lame.
¿Llueve? El viento viene a barrer suavemente las cosas.
Arturo Carrera
(poeta argentino)

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