

Tengo amigos que no saben cuanto son mis amigos.
No perciben el amor que les profeso
y la absoluta necesidad que tengo de ellos.
Si uno de ellos muriera, yo quedaria torcida para un lado.
Si todos ellos murieran, yo me desmoronaria!
Es por eso que, sin que ellos sepan, yo rezo por su vida.
Y me avergüenzo, porque esa suplica esta,
en sintesis, dirigida a mi bienestar.
Ella es, talvez, fruto de mi egoísmo.
Si alguna cosa me consume y me envejece
es que la rueda furiosa de la vida
no me permite tener siempre a mi lado,
habitando conmigo, andando conmigo,
hablando conmigo, viviendo conmigo,
a todos mis amigos,
y, principalmente los que solo
desconfian o talvez nunca van a saber
que son mis amigos!
La gente no hace amigos, los reconoce.
Vinicius de Morais
CARIÑOS DE CARMEN

