Frases de Paulo Coelho
Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos.
El señor escucha las preces de los que piden para olvidar el odio. Pero está sordo para los que quieren huir del amor.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención.
Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.
La gloria del mundo es transitoria, y no es ella la que nos da la dimensión de nuestra vida, sino la elección que hacemos de seguir nuestra leyenda personal, tener fé en nuestras utopías y luchar por nuestros sueños.
Deja de estar pensando siempre que causas alguna molestia, coacción o perturbación a tu prójimo. Si así fuera, la gente ya protestaría, y si no tuviera el valor para hacerlo, es su problema.
Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.
Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos.
Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final.
El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.
Todos los hombres son diferentes. Y deben hacer lo posible por continuar siéndolo.
Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido.
Paulo Coelho