Qué difícil es aceptar que jamás estaremos juntos, qué difícil entender que debemos permanecer separados cuando nos amamos tantísimo.

Mis pensamientos vuelan hacia ti cada noche, intento llegar a tu lado, aferrarme a ti fuertemente, poder besarte, poder hacerte mío.

Un océano nos separa, la propia vida nos separa. Tantos sueños, tantas ilusiones que se desvanecieron en un abrir y cerrar de ojos.

No sabes cuanto desearía poder cambiar las cosas. Poder llegar hasta ti y permanecer a tu lado. Hacer las cosas más fáciles.

Nos dijimos que, aunque no pudiéramos estar juntos y realizar nuestro amor, al menos nos teníamos como amigos y es cierto pero, también es verdad, que la amistad no es suficiente. Necesito de ti, necesito tus besos, necesito que me influyas fuerzas para seguir adelante sin ti.

Me ahogo con mi llanto, mi corazón late más despacio y con menos fuerza cada día que paso sin tu amor.

Eres mi vida, mi alma, mi mente y mi corazón y, sin ti ya nada me queda, sueño contigo en la oscuridad de mi alcoba y, deseo permanecer por siempre dormida porque de esa manera, te tengo, al menos en mis sueños.

Todo me atormenta sin ti, me atormenta la vida, me atormenta la noche, me atormenta el frío de mi cama, frío que no puede desaparecer si no eres tú quien me abraza en la madrugada.

Ningún beso ni ningún otro cuerpo pueden llenar el vacío que siento en mi interior.

Puedo tocar mil cuerpos distintos, poseer a cien hombres diferentes pero jamás amaré a otro porque, a ti, me entregué de verdad, sólo a ti te pertenece mi corazón y mi alma.

Te amaré por toda la eternidad y, cuando la dama negra venga por mí sólo pensaré en ti, sólo desearé que, en el más allá pueda ser felíz al fin junto a ti.

Te amo y siempre lo haré.