Sentí
tus manos que me acariciaron toda
y me fui sumiendo en deseos locos
hasta
entregarte todo mi cuerpo
mis sentidos y mi alma.
Sentí tus labios que me
besaban toda
y me fui entregando
hasta caer rendida en el arte del
amor.
Sentí como entrabas
lentamente
en mi cuerpo ardiente
buscando el éxtasis
de un orgasmo completo.
Y... fui tuya... tuya
por completo
y vimos el amanecer
que nos sorprendió amándonos
hasta
caer rendidos
llenos de sudor y sexo.
Sentí tu amor que me
embriagaba toda
fui tuya y tu mío
y así... nos quedaremos
hasta
que pasen los años
y recordaremos siempre
este aroma a sudor y
sexo.