Hoy quisiera
Hoy quisiera olvidarme del mar, del mar en las ventanas, del dígale usted a todos buenos días, seguimos por aquí, así como siempre, muy buenos de salud y de agonía. Hoy quisiera no saber las palabras, olvidarme los ritos, las maneras, ser tan libre como la mano de una niña, o el ojo de un pájaro en la niebla. Hoy quisiera -queremos siempre y para nada sirve- decir palabras lentas, melodías colgadas de la sombra, sueños que se entrecruzan, heroicas campanas. Pero somos de aquí, del billete señor, la carne va subiendo y el hígado del viejo se estropea. Somos de las tardes de fútbol.
Hoy quisiera -quieres tantas cosas- cerrar de una vez esta ventana y descansar del ruido de allá afuera. Pero entran el mar, el ruido y el regusto brutal de toda esta tierra. Somos de ahí, de enfrente, justo al lado donde se ama y crea. Somos -y hoy yo quisiera...- del urbano paisaje de la tierra y aquí no hay quien se salve de la hoguera.
José Antonio Labordeta
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