No se ponga triste, no se apure, no se angustie ni se deprima por haber cometido algún error, tómelo positivamente y considérelo un aprendizaje, una importante lección.
Lo grave no es equivocarse, lo delicado es seguir cometiendo el mismo error; analice, busque, piense en donde estuvo su equivocación e intente remediarla; de esta manera cada error se convertirá en un paso adelante y en una lección aprovechada positivamente.
Enfoque sus problemas, sus preocupaciones y sus angustias desde el punto de vista de lo que usted puede hacer para superarlas y no desde lo que ellas pueden hacer para destruir y amargar su vida.
Indudablemente usted es más, puede más y vale mucho más que lo que le preocupa; no se dedique a angustiarse, dedique sus mejores esfuerzos a las soluciones.