Apenas
ayer llegué tarde a casa
del trabajo y mis hijos estaban
ya dormidos. Mientras comía
algo me di cuenta de que mi
hija menor giraba una y otra
vez en su cama y parecía
tener una pesadilla. Fuí
entonces a la habitación
y puse mi mano en su cabeza,
entonces ella abrió sus
ojos, me sonrió y abrazó.
Me dijo entonces "creí
que no estabas" y entonces
cerró sus ojos y con
mi brazo sujetado, se durmió.
Me
puse a pensar entonces en todas
las ocasiones en que no podemos
dormir, angustiados por los
problemas, un odio, o una situación
mas grande que nosotros. Y como
todo sería diferente
si tan solo antes de acostarnos
lo hiciéramos doblando
nuestras rodillas, y abrazando
el brazo de Jesús.
Ciertamente
hay cientos de cosas y situaciones
mucho mas grandes que nosotros,
sin embargo, debemos recordar
que ninguna de esas situaciones
será mas grande que Jesús.
Si
has estado "durmiendo"
pensando que estas en soledad,
te aseguro que no es así,
y que al lado de tu cama se
encuentra Jesús quien
vigila cada paso que das, y
acaricia tu cabeza diciendote
que te ama.
"Vengan
a mi los que están cansados,
fatigados, agobiados. Yo los
haré descansar"
dice el Señor. Así
que déjate abrazar por
Jesús y recibe su paz,
su amor y su cariño en
este día.
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