El Mejor Doctor
Un famoso autor fué invitado una vez por un renombrado cirujano a contemplar una difícil operación que iba a realizar.
Mientras
el cirujano llevaba a cabo los preparativos necesarios para la
operación, parecía confiado, pero un poco nervioso. Luego, emprendiendo
el camino hacia el quirófano, se detuvo un momento e inclinó la cabeza
(mientras rezaba en su interior).
Más tarde durante la operación, sus manos se veían sin nervios ... se veían tranquilas ...
Mucho tiempo después, el autor expresó su sorpresa de que un cirujano rezase.
Dijo: Yo creía que un cirujano confiaba en su propia capacidad.
¡¡ Un cirujano es solamente un hombre !!, fué la contestación del médico.
No
puede hacer milagros por sí mismo. Estoy seguro que la ciencia no podía
haber avanzado tanto, si no fuera por algo más fuerte que el solo
hombre. Y después terminó el cirujano diciendo: Me siento tan cerca de
Dios cuando estoy operando, que no sé dónde cesa mi habilidad y comienza
la suya.
Desconozco el Autor
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