Nada más satisfactorio que
conocer, convivir, trabajar, disfrutar y compartir con personas
de "Buena Voluntad".
Personas de "Buena Voluntad" son aquellas que verdaderamente
tratan de ver sólo el lado bueno de las cosas; que miran
con optimismo las posibilidades, que ponen su capacidad por
encima de las dificultades que diariamente se viven, que agradecen
hasta el más mínimo detalle, y las que se esfuerzan
por prestar su colaboración en beneficio de los demás.
Una persona de "Buena Voluntad" siempre es bienvenida
en cualquier lugar, e invitada obligada para cualquier evento.
¿Eres tú realmente una persona de "Buena
Voluntad?"
El pesimista debilita su capacidad y su voluntad al cargar con
el peso inútil de los mensajes negativos que se crea.
Con su ansiedad
y negativismo no arregla ninguno de los problemas que él
mismo se crea, y se siente, a toda hora, cercado de amenazas
de fracaso.
El optimista, en cambio, toma sus asuntos con calma y sabe que
puede llevarlos a feliz término.
Con suficiente
confianza en Dios, y en sí mismo, el optimista encuentra
las orientaciones y la fuerza para lograr todo lo que se propone.
Si eres indeciso o inseguro, comienza ahora mismo a repetirte
una y otra vez:
¡Procederé
ahora!
¡Lo haré,
lo haré bien y ahora!
Hasta que se
te grave profundamente en la conciencia, repítelo al
despertar, mientras te bañas y te vistes, al mirarte
al espejo, al programar cada paso y compromiso de tu día.
Graba profundamente
en tu mente la imagen de la persona segura, diligente, proactiva
y efectiva que debes ser en todo momento. En poco tiempo empezarás
a reaccionar automáticamente a esta afirmación.
Desconozco
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