En un manicomio había un exceso de locos y todos ellos se dedicaban a
tirarle piedras a los cristales del sanatorio. Hartos ya de esto, los dueños
decidieron soltar a los que estuviesen menos locos.
Los doctores les van preguntando uno a uno a los locos lo que harían tan
pronto salieran del manicomio. Llegan junto al primer loco y le preguntan:
"A ver chico, ¿tú que harías si salieras de aquí?"
"¿Yo?, responde el loco, pues subiría hasta la colina de enfrente y...
¡piedras pa los cristales!"
Los doctores dicen que ese nada no puede salir. Le preguntan al segundo:
"A ver chico, ¿tú que harías si salieras de aquí?"
"¿Yo?, pues subiría hasta la colina de enfrente y... ¡piedras pa los cristales!"
Y así con varios hasta que llegan al lado de uno que les dice:
"¿Yo?, pues iría a la ciudad..."
Los doctores asienten...
"...me ligaría una chica..."
Los doctores asienten y dicen que éste está bastante bien.
"...luego me la traería hasta la colina de enfrente... le quitaría el jersey..."
"Sigue sigue" dicen los loqueros.
"Le quitaría las bragas..."
"Joder sí está bien" exclaman los médicos.
"...y con la goma de las bragas fabricaría un tirachinas y... ¡piedras pa los cristales!"
Un psiquiatra, para encontrar la raíz del problema de un paciente dibuja una
línea vertical y le dice:
"¿Qué le sugiere?"
"Una mujer desnuda."
Cruza la línea con una horizontal:
"¿Y ahora?"
"Una mujer desnuda agachada."
Borra las dos líneas y dibuja una horizontal:
"¿Y esto, qué le sugiere?"
"Una mujer desnuda acostada."
"La verdad es que usted sufre un grave complejo sexual."
"¿YO?, ¡ES USTED QUIEN HA PINTADO ESAS GUARRADAS!"
Se encontraban dos locos en un pasillo del manicomio, a media noche.
La doctora de turno los sorprendió cuando uno se encontraba en cuatro patas
con el trasero pelado y
el otro detrás alumbrándole el hoyo con una vela.
La doctora se asombrada pregunta: "¿Y qué hace usted con esa vela en el
trasero de ese hombre?"
Y el loco responde: "Tranquila doctora, estamos averiguando de que
color tiene los pedos..."
Lo que despertó curiosidad en la doctora y ésta decide seguirles la
corriente para ver hasta donde llegan, y le pregunta:
"¿Y qué han averiguado hasta ahora?"
Y el loco responde:
"Pues nada, porque cada vez que se tira uno, me apaga la
maldita vela este desgraciado."