Un helicóptero volaba sobre Seattle cuando una falla eléctrica inhabilitó todo el equipo de navegación y comunicaciones electrónico. Debido a las nubes y la contaminación, el piloto no podía saber la posición y el curso del helicóptero para dirigirse al aeropuerto.
El piloto vio un edificio elevado, voló hacia él, escribió unas palabras en una hoja de papel y la puso contra la ventana del helicóptero. La nota decía: "¿Dónde estoy?" en grandes letras. La gente que estaba en el edificio respondió rápidamente, con otra nota sobre la ventana, que decía: "Estás en un helicóptero".
El piloto sonrió, saludó con la mano, vio su mapa, determinó el curso al aeropuerto y aterrizó a salvo. Cuando ya estaban en tierra, el copiloto le preguntó al piloto, cómo le había ayudado la nota de "Estás en un helicóptero" a determinar su posición.
El piloto respondió:
"Yo sabía que ese tenía que ser el edificio de Microsoft porque la respuesta que me dieron era técnicamente correcta pero completamente inútil."
Bill Gates se muere y, al llegar al cielo, San Pedro le dice:
"Te permitimos que bajes durante media hora al infierno para veas cómo es, y luego te subes al cielo otra media hora. Entonces decides dónde quieres estar."
Bill Gates baja al infierno, y ve una playa alucinante, con un sol increíble, chicas guapas por todos lados, juerga, orgías. A continuación sube al cielo, y ve a los angelitos de blanco, todo tranquilo y apacible, con música clásica de fondo. Va a San Pedro y le dice:
"¡Ya he decidido, me voy al infierno!"
"¿Estás seguro? Ten en cuenta que es una decisión irrevocable."
"Sí, sí, ya lo tengo decidido."
Bill Gates vuelve al infierno, y ve calderas hirviendo por todos lados, condenados asándose, calor abrasador... Entonces va con el demonio y le pregunta:
"Pero bueno... ¿Y esto qué es? ¿No había hace un rato una playa fabulosa y todo lo demás?"
Y el demonio le responde:
"¡Ah, amigo, es que eso era una DEMO!"