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El
doctor Juan Hitzig estudió durante años las características de 50
longevos saludables y concluyó que más allá de las características
biológicas, el denominador común de todos ellos radicaba en sus
conductas y actitudes.
“Cada pensamiento genera una emoción y
cada emoción moviliza un circuito hormonal que tendrá impacto en las 5
trillones de células que forman un organismo –explica–.
Las conductas “S”: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, promueven secreción de Serotonina,
mientras
que las conductas “R”: resentimiento, rabia, rencor, reproche,
resistencias, represión, facilitan la secreción de coRtisol, una hormona
coRRosiva para las células, que acelera el envejecimiento.
Las conductas “S” generan actitudes “A”: ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento.
Las conductas “R” por el contrario generan actitudes “D”: depresión, desánimo, desesperación, desolación.
Con
solo aprender este simple alfabeto emocional de 4 letras: S.A.R.D.
desde edades tempranas lograremos que más gente viva más tiempo y mejor,
porque la “mala sangre” (mucho cortisol y poca serotonina) deterioran
la salud, posibilitan la enfermedad y aceleran el envejecimiento. El
buen humor, en cambio, es clave para la longevidad saludable.”
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