ROMA, 13 May. 11 / 02:31 pm (ACI/EWTN Noticias)
El Prefecto Emérito de la Congregación para las Causas de los Santos en
el Vaticano, Cardenal José Saraiva Martins, recordó en entrevista
concedida a ACI Prensa que la Virgen de Fátima, a quien la Iglesia celebra hoy, fue quien salvó al Papa Juan Pablo II en el atentado que sufrió hace 30 años en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981.
"Todos
recordamos con gran dolor día el 13 de mayo de 1981, fue vivido con un
gran sentimiento de dolor, pero también con un gran sentimiento de
gratitud a la Virgen de Fátima que salvó la vida de Juan Pablo II, él estaba totalmente convencido de que si no murió aquel día fue gracias a la protección de la Virgen de Fátima", aseguró.
El
Cardenal dijo también a ACI Prensa que el Beato Juan Pablo II solía
decir "la Virgen de Fátima ha desviado la bala que debía herirme".
Por
eso, en 1982, "un año después, en el aniversario del atentado, el Papa
viajó a Fátima para dar la gracias por haberle salvado la vida y para
ofrecerle aquella bala que debía haberle llevado a la muerte".
Sobre
la fecha de la beatificación de Juan Pablo II, el Purpurado señaló:
"parece lógico, que la beatificación se produjese en el mes de mayo
pero ¿porqué el 1 de mayo? Yo digo que la beatificación de Juan Pablo
II tenía que tener lugar en el día del trabajador porque Juan Pablo II
antes de abrazar la carrera eclesiástica fue un obrero en la cantera".
"La
festividad del 1 de mayo no fue solo la beatificación de un Papa, sino
de un obrero y por ello el Día del Trabajo (y de San José Obrero) era
el día más indicado para la beatificación del Papa Wojtyla, porque él
fue un gran trabajador, un gran obrero".
El
Cardenal afirmó también en la entrevista con ACI Prensa que "es
importantísimo celebrar la fe de la Virgen de Fátima y también recordar y
vivir aquellos importantes mensajes que esta Virgen blanca trajo no
solo a Portugal, sino a todo el mundo".
"La Virgen es nuestra madre, que vino a Fátima para recordarnos algunos puntos del Evangelio muy importantes", añadió.
El
Prefecto Emérito comentó que celebra esta fiesta con mucho cariño, que
reúne cada año en su santuario en Portugal a unos 500 000 o 600 000
fieles, porque "dicen que Fátima es el altar del mundo, pero yo digo
que también es la cátedra del mundo, porque la Virgen enseñó y continúa
enseñando muchas verdades".
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