La
diferencia entre los hombres
no radica en que unos enfrentan
graves problemas y otros no,
sino que unos saben qué
hacer en medio de esos momentos
y salen más GRANDES,
mientras que otros al no saber
qué hacer, se quedan
tirados.
El
común denominador de
todos los seres humanos sin
importar sexo, posición
social, nacionalidad, o cualquier
diferencia que pueda existir,
enfrentamos situaciones donde
parece que todo está
perdido. Permítame darle
algunos ejemplos típicos:
1.-
Cuando perdemos trágica
e inesperadamente a un ser querido
y parece que toda la familia
se colapsa estrepitosamente,
pues quedamos destruidos emocionalmente
y sin una visión clara
del mañana.
2.-
Cuando un día descubrimos
que nuestro cónyuge tiene
otra relación y nos pide
el divorcio, argumentando que
no siente nada por nosotros.
Esta experiencia despedaza la
autoestima y destruye los planes
de vida de cualquiera.
3.-
Cuando, después de largos
años en la empresa, una
mañana cualquiera nos
llaman a la oficina para avisarnos
que estamos despedidos, adjudicándonos
acciones incorrectas que otros
cometieron. Cómo llegar
a casa y qué hacer con
todos los compromisos económicos
adquiridos.
4.-
Cuando, después de estudiar
y prepararnos a conciencia para
el examen de admisión
de la universidad, descubrimos
que no fuimos aceptados.
Estos
son sólo unos ejemplos
de situaciones complejas en
la vida que a todos nos acontecen
en determinado momento. Lo más
trágico del asunto, es
que siempre acontecen cuando
menos las esperamos.
La
pregunta que hoy quiero responder
no es ¿Cómo evitar
enfrentar estas circunstancias?
Pues tenemos que admitir que
son parte del presupuesto de
la vida misma. No existe, ha
existido, ni existirá
alguien que nunca experimente
en un lapso de su vida que todo
está acabado y no sabe
qué hacer. De ahí
que la pregunta correcta a responder
es esta: ¿Qué
hacer cuando todo parece perdido?
Para
dar respuesta a esta pregunta
fundamental de vida, permítame
citar un ejemplo que nos permitirá
visualizar concretamente algunas
respuestas a nuestro cuestionamiento.
Una historia con matices contemporáneos.
Hay un pasaje Bíblico
que cita la formidable y contemporánea
historia cuando David el gran
amigo de Dios y autor de los
Salmos Él y sus hombres
llegan a casa después
de una guerra. Ellos nunca imaginaron
lo que estaban a punto de vivir.
Sus enemigos aprovechando su
ausencia, quemaron la ciudad
de Siclag y se llevaron cautivas
a todas las mujeres e hijos.
El relato bíblico cita
textualmente las siguientes
palabras describiendo esta amarga
e inesperada experiencia:
"Cuando
David y sus hombres llegaron,
encontraron que la ciudad había
sido quemada, y que sus esposas,
hijos e hijas habían
sido llevados cautivos. David
y los que estaban con él
se pusieron a llorar y a gritar
hasta quedarse sin fuerzas."
Imagínese
por un instante llegar a lo
que es su casa y encontrar sólo
destrucción. Buscar a
su esposa e hijos y enterarse
que los enemigos se los llevaron
como esclavos. Sin duda que
ninguno de nosotros quisiera
estar en esta situación.
Esto no se lo deseamos ni a
nuestro peor enemigo. Pero,
¿Qué hizo David
en medio de la adversidad? ¿Hay
algo que podemos aprender y
aplicar en nuestras vidas?
Permítame
substraer tres importantes consejos
que la historia nos regala:
Primero.-
DESE LA OPORTUNIDAD DE LLORAR:
Demasiadas personas son tan
orgullosas que no se permiten
llorar por un momento. Este
tipo de personas que no tienen
tiempo de llorar, se vuelven
insensibles ante las necesidades
de otros. Llorar no significa
fracaso, sino que somos seres
humanos. El gran guerrero David
y sus hombres se permitieron
visualizar la triste situación
y llorar por un lapso razonable
de tiempo. No se trata de pasarnos
la vida lamentándonos.
Pero, si no aprende a llorar,
tampoco sabrá reír
en tiempo de victoria.
Segundo.-
BUSQUE FORTALEZA Y DIRECCIÓN:
El relato bíblico muestra
que después de secarse
las lagrimas, David buscó
a Dios para pedirle fuerzas
y dirección. Textualmente
las escrituras dicen que David
se fortaleció en Dios
y escuchó la voz de Dios
dándole dirección.
Esto es precisamente lo que
usted y yo tenemos qué
hacer. Secarnos las lágrimas,
levantarnos y buscar nuevas
fuerzas. Usted puede encontrar
fuerzas en Dios o en un fiel
grupo de amigos. David encontró
fuerzas en Dios y en sus guerreros.
De ahí que será
fundamental que alimentemos
una amistad para cuando llegue
un momento como éste.
Un buen amigo le dará
una palabra de ánimo
y también le ayudará
a encontrar nuevas vías
para empezar a luchar de nuevo.
Tercero.- PELEE
HASTA TRIUNFAR DE NUEVO:
La historia registra que David
fue en busca de sus enemigos
y les arrebató no sólo
sus familias, sino recursos
económicos para iniciar
de nuevo. Eso es lo maravilloso
de la vida. Si tenemos una actitud
correcta ante las situaciones
difíciles, Dios nos dará
condiciones para iniciar algo
más GRANDE que lo que
creímos perder.
Así que, daremos gracias
a Dios por la oportunidad de
reír, pero también
por la oportunidad de llorar.
Gracias a Dios por las caídas,
porque al levantarnos descubrimos
lo GRANDES que podemos llegar
a Ser.
Espero que estos consejos ayuden
a todos los que estemos pasando
por un momento de Tribulación
y saber que aún en esos
momentos Dios no nos abandona
y que curiosamente somos nosotros
quienes nos olvidamos de Él,
más siempre fiel a su
palabra nos recuperada "Yo
estaré con ustedes todos
los días...
Que
tengas un agradable día...
Dios te bendiga... échale
ganas y ...¡ánimo!
DE LA RED
|