Nada
en la vida ocurre por casualidad...
Si
un día al despertar, encontraras
al lado de tu cama, un lindo paquete
envuelto con sumo esmero, probablemente
lo abrirías, aún
antes de lavarte el rostro, curioso
de ver qué hay dentro.
Tal
vez hubiese allí algo que
no te guste mucho, entonces lo
guardarías qué hacer
con aquel regalo, aparentemente
"inútil".
Pero,
si al día siguiente recibes
otra caja, una vez más
la abrirías corriendo y
si esta vez encontraras algo que
te guste mucho...Un recuerdo de
alguien distante... Un lindo traje...
Un
exquisito perfume... O simplemente
un ramo de flores de alguien que
se acordó de ti...
Y
eso que ocurre todos los días
no lo percibimos... Todos los
días cuando despertamos
ahí está, frente
a nosotros, una caja de regalo
enviada por Dios: Un día
enterito para usarlo de la mejor
posible.
A
veces viene lleno de problemas,
cosas que no conseguimos resolver:
tristezas, decepciones, lágrimas...
Pero otras veces viene lleno de
sorpresas, alegrías, victorias
y conquistas.
Lo
más importante es que,
todos los días, Dios envuelve,
con todo cariño para nosotros,
mientras dormimos, nuestro regalo:
"EL DÍA SIGUIENTE".
No
siempre Él nos regala lo
que esperamos o queremos, pero
siempre nos manda lo mejor, lo
que precisamos; que es más
de lo que merecemos. Abre tu regalo
todos los días, agradeciendo
primero a quien te lo envió,
sin importar lo que viene dentro
de la caja.
Sin
duda El no se engaña en
la remesa de los paquetes.
Si
no vino hoy lo que esperabas,
espera... ábrelo mañana
con más cariño pues
en cualquier momento, los sueños
y planes de Dios, llegarán
para ti envueltos en un regalo.
"Dios
no atiende nuestras voluntades...
pero si nuestras necesidades...Que
Dios te colme de Bendiciones."