No aceleres la lluvia, ella tiene su tiempo cierto de caer y saciar la sed de la tierra;
No aceleres el poner del sol, él tiene su tiempo de anunciar la noche hasta su último rayo de luz;
No aceleres tu alegría, ella tiene su tiempo de aprender con tu tristeza;
No aceleres a tu silencio, él tiene su tiempo de paz después que los ruidos paren;
No aceleres tu amor, él tiene su tiempo de sembrar en la tierra más árida de tu corazón;
No aceleres tu rabia, ella tiene su tiempo para expandirse en las aguas calmas de tu conciencia;
No aceleres el otro, pues él tiene su tiempo para florecer a los ojos del Creador.
No te aceleres a ti mismo, pues necesitas de tiempo para sentir tu propio crecimiento. A-D
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