Me acaban
de diagnosticar con S.A.I.P.E.
(Síndrome
de Atención Inexistente Provocado por la Edad).
Usualmente
estas son las manifestaciones:
Me estoy tomando
una coca fría, así que decido lavar el auto. Al
ir a la cochera, veo que hay correo en la mesita de la entrada.
Reviso las cartas antes de lavar el auto; dejo las llaves del
auto en la mesita, voy a tirar los sobres vacíos y la
propaganda en el bote de basura y me doy cuenta que está
lleno.
Decido dejar
las cartas (entre las que hay una factura) en la mesita y sacar
la bolsa de basura afuera. Entonces pienso que, ya que voy afuera,
puedo pagar la factura con un cheque ya que el banco está
a 50 metros de la puerta.
Saco del bolsillo
la chequera y veo que queda un solo cheque en blanco. Voy al
escritorio a buscar otra chequera y encuentro sobre la mesa
la coca que me estaba tomando y se me había olvidado.
Saco la lata para que no se vaya a derramar sobre los papeles
y me doy cuenta que se está calentando, por lo que decido
llevarla al refri.
Al ir hacia
la cocina, me fijo que el jarrón de flores de la cómoda
de la entrada está sin agua. Dejo la coca sobre la cómoda
y descubro los anteojos para ver de cerca que estuve buscando
toda la mañana. Decido llevarlos a mi escritorio y, después,
poner agua a las flores. Llevo los anteojos al escritorio, lleno
una jarra de agua en la cocina y, de repente, veo el control
remoto del televisor. Alguien lo olvidó en la mesa de
la cocina...
Me acuerdo
que anoche lo estuvimos buscando... Decido llevarlo al cuarto
de la Tele, donde debe estar, en cuanto ponga el agua a las
flores. Echo un poquito de agua a las flores y la mayor parte
se me derrama por el suelo; por lo tanto vuelvo a la cocina,
dejo el control remoto sobre la mesa y agarro unos trapos para
secar el agua.
Voy primero
al baño y luego en el pasillo me detengo tratando de
acordarme qué es lo que quería hacer con estos
trapos hediondos...
Al final de
la tarde... el auto sigue sin lavar, no pagué la factura,
el bote de basura está lleno, hay una lata de coca caliente
en la cómoda, las flores siguen sin agua, sigue habiendo
un solo cheque en blanco en mi chequera, no encuentro el méndigo
control remoto de la tele ni mis anteojos para ver de cerca,
hay una fea mancha en el parquet de la entrada y no tengo ni
idea de dónde están las llaves del coche.
¡Ah,
y traigo un trapo apestoso en la mano!
Me quedo pensando
cómo puede ser que, sin haber logrado nada en toda la
méndiga tarde, haya estado todo el tiempo como loco y
esté tan cansado.
Y no te rías,
porque si aún no te pasa lo mismo,
¡No
tardas...!
Desconozco
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