Cada capítulo que termina
nos guía hacia nuevos
comienzos. El pasado que dejamos significa un futuro que estamos ganando.
Cada cambio que completa el presente establece el escenario para nuestro mañana,
y cómo tropezamos con
cada desafío nos ayuda a determinar nuestras alegrías o tristezas.
En cada nuevo comienzo el alma juega parte vital. Debemos acercarnos al mañana con un firme y fuerte corazón.
Así, cuando doblemos por la esquina,
dejemos toda aprensión
a un lado
y llenemos nuestros corazones
de confianza, a medida que avancemos adelante.
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