Debemos entregar y sentir amor, pero
también gozar del cariño de los demás; por lo tanto, no te alejes
de las personas que te quieren ni levantes un muro entre ti y el mundo,
deja que te expresen su afecto y te sentirás arropado(a) por los lazos
del amor.
Aprende
a dejarte querer. A menudo pensamos que nadie nos quiere, pero a
veces no dejamos que nos lo manifiesten. Un buen ejercicio para aprender
a recibir las muestras de cariño consiste en situarte frente al espejo
y repetir en voz alta cuánto te quieres.
Solicita
ayuda. Todos precisamos ayuda en algunos momentos de nuestra vida,
pero que la recibamos depende sólo de nosotros, pues en nuestra mano
está pedirla. No te avergüences por necesitar ayuda, y mucho menos por
reclamarla, porque dando este paso demuestras que sabes cuáles son tus
problemas y cómo puedes solucionarlos.