REFLEXIONES
La felicidad no depende tanto de nuestras circunstancias externas como de nuestra actitud interior.
Lo que le hace falta al hombre no es el dinero, ni el bienestar, ni el éxito. Necesita a Dios. Por eso murió Cristo.
La fe consiste en ponerse a disposición del Señor y no el Señor a nuestro servicio.
¡Qué gracia poder dejar en manos del divino relojero el mecanismo tan complicado de mi alma!.
Un cristiano es un soldado de Jesucristo y nunca debe convertirse en ex combatiente.
No hay situaciones desesperadas. Sólo hay hombres que desesperan y, lamentablemente, no esperan en Dios.
Cuando la segadora-trilladora está trabajando, la enorme máquina habla de la increíble ingeniosidad del hombre. Pero la cebada y el trigo cosechados también hablan a nuestra mente. Dicen que ninguna potencia en el mundo sería capaz de fabricar una sola espiga.
"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía." (Hebreos 11:3).
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