Existe sólo una Fuente verdadera de poder, sabiduría y amor en mi vida.
La puedo llamar Dios, Espíritu, Creador, Infinito Divino.
Esta Fuente me faculta mediante una variedad de canales —pasajes bíblicos, afirmaciones de la Verdad, la letra de una canción o las palabras de aliento de un amigo o maestro.
Cada cambio por el cual tenga que pasar y cada comprensión bendita renueva mi sentido del poder divino en mí.
Crezco y avanzo espiritualmente cuando supero los retos, cuando sirvo a los demás y cuando cumplo con mis compromisos.
Presto atención a los momentos en los que me siento capaz y estoy consciente del poder divino en mí.
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