RELATO DE UNA DAMA AGRADECIDA
Anoche un hombre vestido de rojo se deslizó por la chimenea de mi casa y entró a mi habitación...
Como estaba dormida pensé que era un sueño, pero aquel hombre de barba blanca se desnudó y se metió en mi cama...
Antes de que pudiera hacer o decir algo, se montó sobre mi y me echó el mejor polvo que me han echado en toda mi vida.
Mis gritos de gozo y mis alaridos de un largo orgasmo fueron ahogados con su mano para no despertar a los demás.
Exhausta pero agradecida, cuando todo había acabado y aun jadeando le pude decir:
- Muchas gracias Santa Claus, pero lo que yo te pedí fue un Volvo