Qué misterio tan hermoso envuelve una caricia, placebo maravilloso que nos narcotiza al recibirla.
Nos calma, reconforta, es capaz de decir muchas cosas con sólo su toque.
En el amor es un te quiero y nos entrega la ternura y el calor en ella.
A un amigo lo consuela, le demuestra afecto en los momentos más duros.
A un hijo le da cariño, apoyo y seguridad.
A nuestros mayores le brinda respeto, protección, el tan necesario: acá estoy.
Para nuestras mascotas es lo más importante y siempre están en su búsqueda.
¿Te pusiste a pensar en el valor de una caricia?
Es gratis, no se gasta, es el regalo más dulce y sutil.
Un consejo: no te prives del placer de acariciar y ser acariciado, es todo un descubrimiento.