Trabalho e consciência
O sol apenas despertara a aurora e a brisa fresca da manhã trazia notícias de que a chegada do inverno estava próxima.
No parque, poucas pessoas faziam sua caminhada matinal, antes dos afazeres diários...
A agitação das aves era notada por aqueles que sabem apreciar esses detalhes da natureza.
Numa árvore próxima a uma pequena ponte, um joão-de-barro construía sua morada.
Lá estava ele... esticando o pescoço o quanto dava para construir a parte superior do ninho.
Do pequeno monte de barro depositado na parte inferior do ninho, ele retirava porções mínimas com o bico e fazia os retoques nas laterais de sua habitação.
Um trabalho árduo, sim, para quem não tem mãos, não tem ferramentas, não tem ajuda de ninguém... Tem apenas o bico e asas para voar em busca de matéria prima.
Um pássaro muito pequeno, um exemplo de dedicação e de fidelidade ao instinto recebido do criador.
Aquele joão-de-barro não se importava com seus vizinhos, com os predadores, com as intempéries, apenas construía seu ninho com esmero, sem preguiça, sem desculpas, com dedicação.
Mas nem todos os pássaros são exemplos de dedicação e trabalho.
O chupim, ou engana-tico, pássaro muito comum no Brasil, não constrói ninho. A fêmea procura um ninho de tico-tico ou de outra espécie, joga fora o ovo que encontra e bota ali o seu próprio ovo.
A verdadeira dona do ninho não se dá conta e choca o ovo da invasora até que nasça o filhote.
O filhote de chupim já nasce maior do que sua mãe adotiva, mas esta se desdobra para alimentá-lo até que tenha condições de buscar o próprio sustento.
Duas aves, duas situações bem diferentes.
Uma possui a arte de trabalhar, a outra o instinto de enganar, de roubar, de matar.
Assim também acontece no reino dos humanos.
Existem homens que trabalham com dedicação, seriedade, honestidade, honradez.
E existem pessoas que vivem do esforço alheio. Nada produzem; nada edificam. Aproveitam-se do trabalho dos outros, e são hábeis no instinto de enganar.
São verdadeiros parasitas sociais. São corruptos, hipócritas, malandros, e se dizem espertos.
Têm orgulho de lesar o erário, lesar pessoas, fazer conluios, conchavos, negociatas...
Enchem os cofres com o dinheiro das drogas, das barganhas, da vilania, das guerras.
São os chupins da humanidade...
Seriam eles os verdadeiros espertos?
Ah, certamente não!
Pobres criaturas que pensam enganar a própria consciência!
Ao contrário do que acontece com os chupins que só tem o instinto animal, o ser humano tem responsabilidade moral sobre todos s atos praticados, em sã consciência.
E, mais cedo ou mais tarde, terão que devolver às soberanas leis que regem o universo moral, tudo o que tenham retirado de forma ilícita.
Desse supremo juiz, do tribunal chamado consciência, nada escapa, nada se burla, nada se perde.
Por isso vale a pena olhar para si, em frente ao espelho e responder com toda sinceridade: "sou joão-de-barro, ou sou chupim?"
Em prol da própria saúde mental, se a resposta pender para chupim, vale a pena uma mudança radical de atitude... Porque a vida não termina no túmulo, e todos receberemos conforme nossas obras.
Pense nisso!
O trabalho é lei da vida.
Ninguém engana a própria consciência fugindo ao dever.
Na grande folha de pagamento do código divino, estão registrados todos os nossos serviços, nossos desserviços e nossas faltas, e é segundo esses registros que receberemos no além túmulo.
Pense nisso, mas pense agora!
Autor:
Texto da Equipe de Redação do Momento Espírita.
Bom dia, boa tarde e boa noite!
Que tenhas paz e equilíbrio sempre!
Beijos 1000!
Trabajo y la conciencia
El sol acaba de despertar el alba y la brisa fresca de la mañana la noticia de que el próximo invierno estaba cerca.
En el parque, pocas personas hicieron su paseo por la mañana, antes de que las tareas diarias ...
La agitación de las aves fue observado por aquellos que saben apreciar estos detalles de la naturaleza.
En un árbol cerca de un pequeño puente, un Juan-el barro-la construcción de su casa.
Allí estaba él ... estirando cómo se puede construir la parte superior de la jerarquía.
El pequeño bulto de barro depositado en el fondo del nido, se quitó las partes con el mínimo y el hecho que la punta toca los lados de su casa.
El trabajo duro, sí, que no tiene manos, sin herramientas, sin ayuda de nadie ... Sólo tiene la nariz y alas para volar en busca de materias primas.
Un pájaro muy pequeño, un ejemplo de dedicación y lealtad a la pulsión de recibido del Creador.
Uno-a-John Clay no se preocupan por sus vecinos, con los depredadores, con el tiempo, acaba de construir su nido perfectamente, sin pereza, sin excusas, con dedicación.
Pero no todas las aves son ejemplos de dedicación y trabajo duro.
El diagnóstico Chupim o equivocada, ave muy común en Brasil, no construyen nidos. Nido de la hembra en busca de un rompecabezas o de otra manera tirar el huevo que está allí y pone su propio huevo.
El verdadero dueño del nido no se da cuenta el huevo y el invasor hasta que el bebé nazca.
El cachorro nace Chupim más grande que su madre adoptiva, pero que se desarrolla para darle de comer hasta que sea capaz de buscar su propio sustento.
Dos pájaros, dos situaciones muy diferentes.
Uno tiene el arte de trabajar, y el otro el instinto de hacer trampas, robar, matar.
Así también en el reino de los humanos.
Hay hombres que trabajan con dedicación, integridad, honestidad, integridad.
Y hay personas que viven en el esfuerzo de los demás. No producen nada, construir nada. Se aprovechan del trabajo de otros, y son expertos en el instinto de engañar.
Ellos son los verdaderos parásitos sociales. Se han corrompido, hipócritas, sinvergüenzas, y dicen que son inteligentes.
Ellos están orgullosos de perjudicar a la hacienda pública, herir a las personas, haciendo acrobacias, colusión, negociación
Llenar las arcas con dinero del narcotráfico, de negocios, la villanía, la guerra.
Son chupins de la humanidad ...
¿Son inteligentes de verdad?
¡Oh, desde luego no!
Pobres criaturas que piensan que engañar a su conciencia!
A diferencia de lo que ocurre con chupins que sólo tiene el instinto animal, los seres humanos tienen la responsabilidad moral en todos los actos de s en la buena conciencia.
Y tarde o temprano tiene que dar a las leyes soberanas que gobiernan el universo moral, todo lo que ha tomado ilegalmente.
En este juez supremo, el tribunal llamó, nada escapa a la conciencia, no se burla, no se pierde nada.
Por lo tanto, vale la pena mirar en el espejo y la respuesta con toda sinceridad: "¿Yo soy Juan el barro, o soy Chupim"
Por el bien de su propia salud mental, si la respuesta se encuentra con Chupim, vale la pena un cambio radical de actitud ... Porque la vida no termina en la tumba, y todos recibirán de acuerdo con nuestras obras.
Piensa en ello!
El trabajo es ley de vida.
Nadie se engaña corriendo su propia conciencia al servicio.
En el código de nómina divina grande, se registran todos nuestros servicios, nuestro flaco y nuestros fracasos, y el segundo es que vamos a recibir estos registros después de la muerte.
Piense en ello, pero creo que ahora!
Autor:
Equipo de texto Momento Espírita.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches!
Que tengas paz y el equilibrio para siempre!
1000 Besos!