Un abogado sale de cacería rumbo al campo y tiene la suerte de bajarse un pato con el primer tiro.
La mala suerte es que el pato cayó en una chacra al otro lado de la cerca.
Ya se trepaba a la cerca cuando se le acerca un viejo granjero en su tractor.
· ¿Qué está haciendo? ... esta es mi tierra
· Bueno, lo que pasa es que cacé un pato y cayó en su chacra
· Lo siento, pero no puede llevárselo, le dice el granjero.
· Mira viejo, yo soy uno de los mejores abogados. Le voy a hacer un pleito y me voy a quedar con todas sus tierras si no me deja entrar a recoger mi pato, amenaza el abogado.
· Aquí en el campo resolvemos las cosas de otra manera, le informa el viejo. A las patadas resolvemos las disputas aplicando la Regla de las Tres Patadas.
· Y cuál es la Regla de las Tres Patadas? , pregunta el abogado.
· Yo lo pateo tres veces; Ud. me patea tres veces; yo lo vuelvo a patear, y así hasta que alguien se dé por vencido
El abogado viendo que el granjero era viejo y sabiendo que él estaba en forma, aceptó las reglas.
· Está bien, empecemos, dijo el abogado.
El granjero se bajó del tractor y sin más, con sus botas bien duras le dio una tremenda patada en la rodilla al abogado, y antes de que se doblara, le encajo otra en las bolas y cuando el abogado se retorcía de dolor, le encajó un tremendo patadón en el culo.
Al cabo de 5 minutos, el abogado con mucho esfuerzo se levantó y dijo :
· Ahora me toca a mi
· No se moleste, le dice el viejo. ...¡Me doy por vencido. Vaya nomás y llévese su pato de mierda!