El sabor de la esperanza
Volverse a enamorar…
haciendo un nudo con mi sombra,
saboreando una tez distinta…
hallando la mano compañera…
¿Qué quiero?
… Acaso…
¿Traspasar el viento con mis pensamientos?
¿Trocar lo aburrido de mi lado?
Pobre queda el intento de amar como la vez primera,
tan lleno de humo compartido,
llenando de esperanza el olor desconocido,
haciendo mía una figura que me gusta.
Columpiar con mis noches rotas
en el desnudo goce de un amanecer cualquiera,
luciérnaga llena de brillantes culebreos,
abstracción de mi mente en un sumido beso.
Escribo lo que leí en contertulios con el fuego…
fuego que contiene poder que ignoro,
gustando de preguntas y respuestas,
que estallan en poesías de miel del cielo.
Vivir junto a la llama de lluvia,
que nunca se apaga,
dime… dime… cabello dorado…
¿A qué se debe tanta dicha?
Hacer nacer una angorina rosa,
haciendo de todo el ambiente eterna risa,
frena la niebla que despacio me iba bajando,
tersando la mañana en sin igual energía.
Ahora quiero depositar con dulzura,
ese racimo de estrellas…
que en mi corazón tengo guardado,
arrancándome la angustia…
¡De saber que sí eres mía!!!