Fuimos creados para sentir para dar y recibir afecto amar es una necesidad interior es como el alimento al cuerpo.
Un gran amor hace aquello que el hombre solo no puede hacer borrar heridas, fracasos, temores para que en su vida los sueños puedan caber.
El verdadero amor se entrega por completo no hay pesimismo, sí esperanza compromiso y mucho respeto.
Al enamorarnos encontramos una llama y gran pasión pero que no es del cuerpo sino de nuestro corazón.
Amar en construir con el amado algo hermoso de la nada como luz en la oscuridad o en un desierto encontrar agua.
Enamorarse es extrañar a su amada y querer verla sentir la necesidad de estar siempre con ella.
Cuando se está enamorado hay latidos, pensamientos ojos que miran al interior sentirse feliz y completo.
Hoy en día el sexo ha reemplazado al romanticismo es fugaz y momentáneo solo es un placer físico. No reemplaza la satisfacción que el verdadero amor con su fuerza incontrolable produce en el corazón.
Muchos ya cansados de lo barato y pasajero quieren restaurar los sentimientos con la mutua fidelidad y con lo más puro y verdadero.
Por supuesto que a veces hay malentendidos, y disputas esas que ocultan el sol, pero cuando ellas pasan éste vuelve a asomarse con todo su esplendor.
Porque nunca dejó de estar allí aún en medio de esas pruebas se empieza de nuevo a vivir.