Un borracho iba caminando de madrugada camino a su casa, cuando le entran unas ganas tremendas de cagar, entonces ve una casa con jardín en la parte delantera y decide cagar allí. Luego de dejar tremendo regalo se para se sube el pantalón y cuando mira, el césped estaba completamente limpio, no había ni rastros de lo que había hecho.
Dice no puede ser!!! Esto es imposible! y se va a su casa.
Al día siguiente la curiosidad lo mataba así que decidió regresar a la casa esa. Llama a la puerta y sale el dueño de la casa, entonces el borracho empieza a explicar que anoche había cagado en el jardín y que cuando miro ya no había nada, y había quedado muy intrigado. Entonces el dueño se vuelve y grita:
- Querida!, aquí está el que se cagó encima de la tortuga!
Un recién casado se va con los amigotes de copas. El hombre le promete a la mujer que estará de regreso antes de la medianoche pero, como suele pasar, la fiesta se extiende, el tío se agarra un pedo de la hostia y le dan las tres de la madrugada entrando por la puerta de su casa.
Justo en ese momento, el reloj da tres campanadas y el tipo, temiendo que su mujer se despierte, imita las campanadas dang, dang... nueve veces más para que piense que son las doce de la noche.
- Joder, me ha salido que te cagas. Seguro que ni se ha enterado piensa y se mete en la cama.
A la mañana siguiente, la mujer le pregunta que a qué hora llegó. El le responde:
- A la medianoche, mi amor.
- Ya, ya. Oye Pepe, creo que vamos a tener que comprar otro reloj.
- ¿Cómo que otro reloj?
- Si, es que este debe estar roto ¿Sabes?.
- ¡Pero si da la hora de puta madre!
- ¡Y tan de puta madre! Anoche dio tres campanadas, hizo una pausa, dio otras 4 campanadas, se aclaró la voz con un carraspeo, dio 3 campanadas más, se tiró un pedo, dio las dos últimas y se descojonó de risa.