Pasan los días de nuestro nacimiento. fluye la vida sin sentir el tiempo. corren felices los primeros años, sin que exista dolor o desengaños.
De la infancia los días son testigos, nos sobran los juguetes, los amigos. las horas se deslizan bulliciosas, como cascadas en jardín de rosas.
Vamos tejiendo la red de la experiencia para vencer la inútil impaciencia. aprendemos a leer, a escribir, y descubrimos la ciencia del vivir,
Sin demorarnos mucho en comprender que la vida es aprender, siempre aprender. es la semilla donde se va incubando el porvenir que el tiempo esta formando.
Y, entre estudios, anhelos e inquietud, se van los años de nuestra juventud. un día… como hoy o como ayer nos seduce un perfume de mujer,
Con el alma sedienta de querer, descubrimos la dicha y el placer de un mundo simple, elemental, pequeño, pasamos al gran mundo del ensueño.
Surge en nuestra vida, al caminar, la dulce espera de… un soñado hogar. despiertan ilusiones en el alma, palpita el corazón, se va la calma.
Luego, en gestos de alegría y regocijo damos la bienvenida a nuestros hijos vuelven a renacer las ilusiones, los mimos, las caricias, las canciones,
Pero,… el mundo gira, va girando, la vida, poco a poco, va escapando los hijos crecen y se marchan lejos, sin darnos cuenta nos volvemos viejos
Contando, finalmente, con la suerte que puedas comprenderme y… comprenderte, para seguir unidos, por la vida, hasta el día final de la partida…