Narciso
Un hermoso muchacho que todos los días iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba tan fascinado por sí mismo, que un día cayó dentro del lago y murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso. Pero no era asi como Oscar Wilde ponía fin a la historia. El decía que cuando Narciso murió, vinieron las Oréidas -diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas.
-Por qué llorais? -preguntaron las Oréiadas.
-Lloro por Narciso, -respondió el lago.
-Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso -prosiguieron diciendo ellas- Al fin y al cabo, a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque, vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
-Entonces, Era bello Narciso? -Preguntó el lago.
-Quién sino vos podría saberlo? -respondieron, sorrprendidas, las Oréidas-. Después de todo, era sobre vuestra orilla que él se inclinaba todos los días.
El lago quedóse inmóvil unos instantes. Finalmente dijo:
-Lloro por Narciso, pero nunca me había dado cuenta de que Narciso fuese bello.
-Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.
... Las cosas sencillas son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas...
(Paulo Coelho - EL ALQUIMISTA )
Maby
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