La Noche de los Bastones Largos
Un día como el de hoy, pero del año 1966, la Dictadura Militar,
encabezada por Onganía, decreta la intervención de las
Universidades argentinas, al considerar que dentro
de ellas había “elementos marxistas” y ordena
a la policía que entre a sangre y fuego, invada,
reprima y expulse a estudiantes, profesores y
autoridades universitarias. La “amenaza” para la
era grande, pues en las Universidades no solo
se pensaba y se generaba crítica, sino que se redoblaba,
día a día, el compromiso en la defensa de la educación
pública, laica y gratuita. Nadie ni nada se salvó en
aquella brutal embestida nocturna de los uniformados :
la destrucción alcanzó los laboratorios y bibliotecas
las altas Casas de Estudio y la adquisición más
reciente y novedosa para la época : una computadora.
A esto le siguió el éxodo de profesores e investigadores
(fuga de cerebros) y la supresión de los Centros de Estudiantes.
Paralelamente, una persecución se desplegó hacia
los militantes de izquierda en las Facultades nacionales.
El objetivo era muy claro : imponer una Universidad
colonial en un país dependiente. A mediados de la década del 60,
el Golpe de Estado encabezado por el General
Juan Carlos Onganía creó un difícil reto para el
mundo intelectual argentino. Eran tiempos del enfrentamiento
entre “derechas” e “izquierdas”, y todo progresismo
estaba mal visto. "La Noche de los Bastones Largos"
fue la noche en que se quebró el futuro.
Aquel 29 de Julio de 1966,
se puso en marcha un proceso que comenzó con la intervención,
siguió con la persecución y terminaría con el vaciamiento
de las Universidades del país sudamericano.
|