BILL COSBY
Tengo 74 y estoy cansado.
Con excepción de un breve período de tiempo en la década de 1970 cuando
presté mis servicios a la nación he trabajado muy duro desde que tenía 17 años.
Excepto en momentos en que confronté pequeños problemas de salud, trabajé
como promedio 50 horas a la semana y nunca me ausenté
del trabajo argumentando que estaba enfermo.
He ganado un salario razonable pero no heredé ni mi trabajo
ni mi ingreso y he trabajado para llegar adonde he llegado
. Y tomando en cuenta la economía actual parece que el retiro es una mala idea.
Sin embargo, estoy cansado, pero muy cansado.
Estoy cansado de que me digan que tengo que compartir
mi riqueza con gente que no comparte mi ética de trabajo.
Estoy cansado de que me digan que el gobierno se va a apoderar,
por la fuerza si es necesario, del dinero que he ganado
para dárselo a gente demasiado holgazán para ganarlo por sí misma.
Estoy cansado de que me digan que el Islam es una religión pacífica
cuando todos los días leo docenas de informaciones sobre hombres
musulmanes que dan muerte a sus hermanas, esposas e hijas por el honor de su familia.
De musulmanes que se amotinan por la más pequeña ofensa.
De musulmanes que asesinan a cristianos y judíos porque no son verdaderos creyentes.
De musulmanes que queman escuelas destinadas a la educación de niñas.
De musulmanes que matan a pedradas a jóvenes víctimas de violación
a quienes acusan de adulterio. De musulmanes que mutilan los
genitales de niñas pequeñas en nombre de Allah y en obediencia a la ley de Sharia.
Estoy cansado de que me digan que en señal de tolerancia
de otras culturas debemos dejar que Arabia Saudita y
otras naciones árabes utilicen el dinero que ganan con el petróleo
que les compramos para financiar mezquitas y escuelas islámicas
donde predican el odio contra Australia, Estados Unidos, Nueva Zelandia,
Inglaterra y Canadá. Todo esto cuando en esos mismos países árabes
no se permite la operación de iglesias, sinagogas o escuelas
religiosas donde se predique el amor y la tolerancia hacia nuestros semejantes.
Estoy cansado de que me digan que tengo que reducir mi nivel de
vida para luchar contra un supuesto calentamiento
global que a nadie se le permite siguiera debatir.
Estoy cansado de que digan que los adictos a las drogas son
víctimas de una enfermedad y que yo debo ayudar a pagar por su
tratamiento y por el daño que le causan a los demás. ¿Hubo
germen que salió de un callejón solitario, los agarró, y les introdujo
por la fuerza un polvo blanco en sus narices o les clavó
una aguja en el brazo mientras ellos trataban de defenderse?
Estoy cansado de escuchar a atletas acaudalados, actores y
políticos de todos los partidos hablar sobre inocentes, estúpidos e
infantiles errores cuando todos sabemos que su único error fue haber sido atrapados.
Estoy cansado de gentes, pobres o ricas, que se creen que se lo merecen todo.
Estoy cansado, verdaderamente cansado, de gente
pobres o ricas, que se creen que se lo merecen todo.
Estoy cansado de oírlos echarle le culpa al gobierno, a la discriminación
o a cualquier otra cosa por los problemas que los aquejan.
Estoy cansado de ver a hombres y mujeres jóvenes que piden la
ayuda del gobierno porque los tatuajes en su cuerpo les impiden obtener empleo.
Si estoy enfadado y muy cansado. Pero también estoy muy contento
de haber llegado a los 74 años.
Principalmente porque no voy a estar
obligado a ver el mundo que esta gente está construyendo. Lo lamento
únicamente por mi nieta y por sus hijos. Doy gracias a Dios porque me
voy de retirada y no tengo que hacer una nueva entrada.
"I'M 74 AND TIRED"
Bill Cosby