Ahuyentar los fantasmas
Durante años Hitoshi intentó -inútilmente- despertar el amor
de aquella a quien consideraba ser la mujer de su vida.
Pero el destino es irónico: el mismo día que ella lo aceptó
como futuro marido, también descubrió que tenía
una enfermedad incurable y le quedaba poco tiempo de vida.
Seis meses después, ya a punto de morir, ella le pidió:
- Quiero que me prometas una cosa:
que jamás te volverás a enamorar. Si lo haces,
volveré todas las noches para espantarte.
Y cerró los ojos para siempre. Durante muchos meses
Hitoshi evitó aproximarse a otras mujeres,
pero el destino continuó irónico, y él descubrió
un nuevo amor. Cuando se preparaba para casarse,
el fantasma de su ex amada cumplió su promesa y apareció.
- Me estás traicionando- le dijo.
-Durante años te entregué mi corazón
y tú no me correspondías -respondió Hitoshi –
¿No crees que merezco una segunda oportunidad de ser feliz?
Pero el fantasma de la ex amada no quiso saber disculpas,
y todas las noches venía para asustarlo.
Contaba con todo detalle lo que había sucedido
durante el día, las palabras de amor
que él había dicho a su novia, los besos y abrazos
que se habían intercambiado.