En cada amanecer abrimos los ojos para enfrentarnos a otro día más Pensemos que todos los días son buenos para comenzar a descubrir: sonrisas hermosas, manos hábiles, actos valiosos, espíritus valientes, luchadores incansables, y soñadores que nos muestran el camino de la Paz y la la felicidad. Cada ser humano tiene un valor especial, un don divino que recibe al nacer y que puede utilizarlo para su beneficio y para el de los que le rodean. Vivamos éste día como si fuese el último, no dejemos pasar un minuto sin hacer algo bueno para ti o para los demás Recuerda que lo único más grande que tú, es Dios, los demás somos todos iguales, pero podemos hacer una diferencia si amamos a nuestros semejantes. Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amados.
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