Tus pensamientos constituyen una forma de energía que vibra a una
velocidad determinada en función del nivel de intensidad emocional
que acompañe al pensamiento. Cuanto más excitado o temeroso estés,
más rápidamente tus pensamientos irradiarán de ti y atraerán hacia
tu vida personas y situaciones afines.
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La gente feliz y alegre parece que atrae a otra gente alegre y
feliz. La persona que posea conciencia de prosperidad parece que
encuentra ideas y oportunidades para hacer dinero. La ley de
atracción actúa en todas partes y en todo momento.
Puedes tener más, ser más y hacer más porque puedes cambiar como
persona. Puedes cambiar tus pensamientos dominantes por medio de un
riguroso ejercicio mental. Puedes auto disciplinarte enfocando tus
pensamientos hacia lo que te interese y rehusando pensar sobre lo
que no te convenga.
De la persona que utiliza la ley de atracción de un modo positivo se
dice que tiene suerte. Ésta es sin duda otra manera de intentar
explicar por qué tantas buenas cosas y tanta gente provechosa se ven
acogidas en el seno de la vida de aquellos que tienen muy claras sus
metas y son perennemente optimistas sobre su consecución.
Brian Tracy