Los orígenes del Día de la Mujer Trabajadora
El día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pero, ¿conocemos su significado histórico o cuándo se instauró? A grandes rasgos sabemos que se conmemora la reivindicación de la mujer por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona. Incluso es fiesta nacional en algunos países. Sin embargo, en cuanto a sus orígenes, la situación es algo confusa.
Muchos de los documentos apuntan a que surgió en pleno siglo XIX, durante la Revolución Industrial y el auge del movimiento obrero. Pero existen indicios ya en la antigua Grecia, tal y como refleja Aristógenes en su obra Lisístrata, donde la protagonista, para poner fin a la guerra, se rebela contra los hombres iniciando una huelga sexual. Pese a todas estas teorías, ya en la Revolución Francesa las parisinas se unieron bajo el grito de "Igualdad, Legalidad y Fraternidad" para emprender una marcha hasta Versalles reclamando el sufragio femenino, aunque no fue hasta el siglo XX cuando se empezaron a vislumbrar los primeros cambios.
Con estos antedecentes no es de extrañar que el germen feminista ya comenzase a hacer mella en el seno de la sociedad mundial. Uno de los hechos mas reseñables y que provocó todo un movimiento en este sentido sucedió el 8 de marzo de 1857 en una fábrica textil de Nueva York. En ella murieron más de un centenar de trabajadoras a manos del dueño de la fabrica, quien las encerró y prendió fuego para evitar que protestaran por la mejora de sus condiciones laborales. El suceso removió la legislación de Estados Unidos y sirvió para abrir el debate social y allanar el camino. Posteriormente, la I Guerra Mundial (1914-1917) y la Revolución Rusa (1917) dieron lugar a nuevos comienzos femeninos de gran relevancia, celebrados casi todos alrededor del 8 de marzo.
Por todo ello, y aunque se ha especulado mucho sobre la designación de ese día, lo cierto es que el 8 de marzo es una fecha ya consolidada, elegida para reconocer las condiciones vitales y laborales de todas las mujeres del mundo.