Rápidamente, su mensaje fue retuiteado. Casi 4.000 personas lo hicieron, y convirtieron la foto en un fenómeno viral. Y aunque Fernando tardó exactamente 20 minutos en escribir otro tuit en el que avisaba de que todo se trataba de una broma, la bola de nieve ya era imparable y amenazaba con convertirse en un alud. Tampoco sirvió de mucho otro tuit en el que mostraba la foto original, sin retoques, como prueba. Pero evidentemente, no logró la prepercusión del primero.
Lamentablemente, el cartel real es más aburrido (pero el mensaje es el mismo)
De Córdoba ha escrito en su blog un interesante análisis sobre el asunto, en un post titulado Sobre el cartel de Metro: el día que creé un fake sin querer. En él, explica qué le llevó a hacer el montaje y reflexiona sobre cómo la ciudadanía puede llegar a creer cualquier mentira de una manera tan rápida.
“Ayer estaba en el metro de camino a casa cuando vi una nueva campaña de publicidad de Metro de Madrid: se comprometen a reparar un montón de escaleras mecánicas en menos de 15 días. Qué casualidad: durante los últimos años hemos padecido escaleras mecánicas fuera de servicio durante semanas y semanas, y ahora que llegan las elecciones hasta una labor de mantenimiento técnico se anuncia con publicidad”, explica.
A continuación, habla sobre cómo realizó la parodia. Tan solo le hizo falta hacer una foto al cartel y 20 minutos de Photoshop básico “para hacer que (el cartel) dijese lo que de verdad quería decir”. Compartió la imagen en Twitter a modo de broma, y en un principio vio que sus seguidores habían pillado la gracia. Pero rápidamente, los sucesivos retuits hicieron que la situación se complicara y que el mensaje pervirtiera su espíritu “algunos pensaban que era verdad. Mi parodia se había convertido en un fake”.
Fernando, que escribe artículos y hace labores de coordinación en ecomovilidad.net, observó -imaginamos que con estupefacción- como su chiste gráfico era utilizado por diferentes páginas web para propósitos desde partidistas hasta comerciales. “A muchos dieron por hecho que era verdad porque lo estaban viendo, sin plantearse el sentido del mensaje ni que pudiera ser un montaje”, reflexiona. Por ejemplo, la cuenta de Twitter de La Tuerka, el programa que dirige Pablo Iglesias, lo dio como verdadero
Quizá haya retrasos y las escaleras no funcionen, pero logra estimular el humor ;)
También, de Córdoba vio como otros se apropiaban de su trabajo. Para él, el colmo es el del sitio de humor ‘Señoras Que’, que lo publicó sin citar la fuente ni pedir permiso.
Pero más allá de temas de autoría, al creador del fake sin intención del Metro le preocupa la facilidad con la que todos nos tragamos cualquier mentira, siempre que sea algo que deseemos creer “si dices lo que la gente quiere oír, muchos se lo creerán”. Y él ha puesto en una imagen lo que millones de madrileños han pensado miles de veces.
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