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y siempre te estoy esperando para amarte.
Si has de venir hacia mí algún día…
que sea hoy,
en este momento.
Cada instante que vivas sin mí, es un instante infinito
que pierdes de paz.
Trata de volverte niño, simple, inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y capacidad para conmoverte ante la maravilla de sentirte humano…
porque puedes conocer mi amor, puedes sentir una lágrima, puedes comprender el dolor…
No te olvides que eres MI MILAGRO.
Que te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que este mundo
que transitas pueda acostumbrarse
a reír, siempre que tú aprendas a reír.
Y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente, contagiando esperanza y optimismo sin temor,
porque yo estoy a tu lado.
Con todo cariño…
Tu Dios.
Anónimo
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