La broma que podría costarle muy cara a un adolescente de la Florida

Las bromas estudiantiles son, a veces, bastante pesadas, como pueden constatarlo o recordarlo todos aquellos que rememoren sus épocas infantiles y juveniles. Pero algunas pueden volverse catastróficas y poner al bromista en severos problemas. Incluso ante la posibilidad de ir a la cárcel aunque sólo se tengan 14 años de edad. 

 Son las graves circunstancias en las que se encuentra el joven Domanik Green, que cursa el octavo grado en una escuela de Holiday, Florida. De acuerdo al relato de la revista Time, todo se desató cuando el joven tuvo la ocurrencia de irrumpir en la computadora de uno de sus profesores –en la escuela Paul R. Smith– para reemplazar la imagen del fondo del escritorio por una foto de dos hombres besándose. La intención no era más que gastarle una broma a un profesor que no le caía bien, pero el asunto no fue tomado a la ligera y el estudiante, de acuerdo al periódico Tampa Bay Times, fue arrestado y acusado de acceso no autorizado a un sistema de cómputo, un delito grave.

Y aunque Green fue liberado el mismo día de su arresto, aún tendría que encarar ante una corte los cargos que enfrenta. Y es que, aunque vulnerar la computadora del profesor y modificar las fotos en ella es desde luego una conducta inaceptable (el joven ya había sido antes suspendido tres días por entrar a sistemas de la escuela sin autorización), lo crítico en el caso –y la razón de los graves cargos que se le impusieron– es que al parecer el joven entró en la computadora con una contraseña de nivel administrador y con ello habría tenido acceso en un sistema en el que se almacenan datos de los exámenes FCAT. Las autoridades dijeron que, pese a ello, el joven no habría visto ni manipulado esos datos, pues éstos se encontraban encriptados.

Lo único que le interesaba era la broma, y el haber logrado conocer la contraseña (al parecer tras espiar al profesor cuando éste entraba a la computadora), le habría añadido el sazón de aventura y reto singular al que no pudo resistirse.

Pero todo acabó para él con muy mal sabor de boca.

El joven dijo a la televisora WTSP que si le hubiesen dicho que irrumpir en la computadora de la escuela era ilegal no lo habría hecho, y su madre afirmó que no entendía con base en qué se le habían impuesto los cargos de delito grave, pues el joven no habría visto ni tocado los datos de los exámenes almacenados en ese sistema.

Pero dado que no era la primera vez que se le sancionaba por irrumpir en computadoras escolares, por lo que es dudoso que el chico no supiera que estaba haciendo algo indebido, las autoridades consideraron que presentarle cargos de modo severo era necesario para hacerle entender la lección. Y ya se investiga si otros profesores o personal de la escuela pudieron haber revelado datos de claves de acceso a los sistemas de la escuela.

Así, es de suponer que Green entendió que el asunto no es cosa de risa, y ya recibió una nueva suspensión escolar de 10 días, aunque de acuerdo al Tampa Bay Times no está claro si volverá al centro educativo después de cumplido el plazo de la suspensión.