De EE.UU llega una nueva tendencia, separar las habitaciones
de matrimonio, sin que signifique el fin del amor. Según una
encuesta que realizó la Fundación Nacional del Sueño en
Estados Unidos, una de cuatro parejas ha optado ya por el
colchón para uno. Sin embargo, lo común en nuestra cultura
es pensar que, dormir en camas distintas, es una metáfora de
ruptura.
Así que hay quien guarda un auténtico secreto de alcoba, y
sobrevive a ronquidos, peleas por la sábana y retorcimientos
musculares porque siente que partir la cama es como partir
un corazón.
-Itaca-
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