En 1875 Dumas Blanche causó sensación en Paris al convertirse en la cortesana más
exótica de la época. Tenía tres piernas y dos vaginas totalmente desarrolladas y
sensibles. Muchos parisinos quedaron maravillados con este personaje sexual
tan bizarro, a tal punto que su fama atrajo a personas de toda Europa que deseaban
conocerla personal e íntimamente.
Pero no logró consolidar ninguna relación afectiva, pues nadie quería tener una
esposa o novia con esas características. Afortunadamente, la naturaleza es sabia
y la Blanche conoció a su media naranja, el portugués Juan Baptista Dos Santos,
un hombre que tenía tres piernas como ella y por esta razón se identificaron.