La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS),
dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
ha ordenado la prohibición y retirada del mercado de la crema
'Noni Aloe Vera Reparadora', comercializada por la empresa
Kiyoma Siglo XXI, por incluir dos corticoides en su
composición no declaradas en su etiquetado.
Tras la denuncia de un particular ante el Departamento de
Salud del Gobierno de Navarra, los análisis llevados a
cabo por el Laboratorio Oficial de Control de la AEMPS
han detectado que la crema contiene las sustancias
activas betametasona y dexametasona, en cantidad
suficiente para restaurar, corregir o modificar una función
fisiológica ejerciendo una acción farmacológica,
le que confiere al producto la condición de medicamento.
Ambos principios activos son corticoides de larga duración
de acción y de elevada potencia antiinflamatoria e
inmunosupresora, que inhiben la acción de los mediadores
celulares de la inflamación (cininas, prostaglandinas, histaminas),
la dilatación vascular y la permeabilidad disminuyendo
así el edema y el prurito. Los corticoides tópicos también
presentan acción antimicótica y antiproliferativa.
Esto hace que su uso pueda dar lugar a reacciones
adversas cuya incidencia aumenta cuando se aplica
en áreas extensas, durante tratamientos prolongados o
se emplean vendajes oclusivos. Asimismo, pueden aparecer
reacciones adversas de tipo local como dermatomicosis,
irritación cutánea, prurito y sequedad de piel en la zona de aplicación.
De igual modo, la utilización de corticosteroides durante periodos
prolongados de tiempo puede dar lugar a acné, hirsutismo,
telangiectasia, aparición de estrías rojizas en brazos,
piernas, cara, tronco e ingles, atrofia cutánea con adelgazamiento,
foliculitis, hiperpigmentación cutánea, vitiligo y retraso en
la cicatrización de las heridas. Unos efectos que son mayores
si se administran a pacientes con insuficiencia hepática o en niños.
Ante estos riesgos, este organismo denuncia que la
crema ofrecía información engañosa sobre su supuesto
origen natural y su seguridad. En particular, la presencia
de los citados corticoides tópicos, denuncia la AEMPS,
supone un riesgo por su uso sin supervisión médica y
para poblaciones especialmente susceptibles tales
como niños (casos de supresión adrenal, síndrome de
Cushing, retraso en el crecimiento e hipertensión craneal)
cuya administración debe ser estrictamente
controlada por el pediatra.
