Una gran lección
Había una vez un niñita llamada Carmencita,
un día nevó y Carmencita tomando puñados
de nieve con sus manitas, se entregó a la tarea
de moldearla. Fabricó una niñito precioso, redondo, con ojos
de carbón y un botón rojo por boca. Pero pronto
, los rayos de sol derritieron al muñeco de nieve
sin dejar más rastro de su existencia más que un
charquito con dos carbones y un botón rojo.
La niña lloro con desconsuelo. Entonces, un viejecito le dijo dulcemente:
Seca tus lagrimas, pequeña, por que acabas
de recibir una gran lección: ahora ya sabes
que no debe ponerse el corazón en cosas que no
duran.
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