Si acaso estás triste, vuela,
flota por los cielos en placido vuelo,
en alas de cisne, en brazos de un sueño,
se como una pluma flotando en el cielo.
Si acaso estás triste, sueña,
que al soñar el hombre se mueve en el tiempo,
sueña en una estrella que brilla a lo lejos,
sueña con mil sueños, el sueño perfecto.
Si acaso estás triste, ríe,
recubre tu cuerpo en brillante alegría,
la risa en el alma es bálsamo que alivia
cuantos sufrimientos, tengas en tu día.
Si acaso estás triste, reza,
acerca tu esencia al origen divino,
para que su paz impregne en su aroma
cada tiempo tuyo, y cada tiempo mío.
Si ya no estás triste vuela, sueña, reza o ríe,
y cumple con tu norma y simplemente, vive.
EDUARDO