Sin medida
Es boca que clama el beso
mirada de
picardía
traviesa la niña mía
y yo su esclavo confeso
Sometido a
las caricias
no se resiste mi piel
labios que saben a miel
inquietos,
toda codicia
Es el sol en su sonrisa
celeste cielo sus ojos
cabello
que luce rojo
sin tiempo, ninguna prisa
Tiene sentido la
vida
cuando sé de ese placer
es gloria al amanecer
es deleite sin
medida
Hortencia